EFE. LA VANGUARDIA.- El empresario Félicien Kabuga, que vivió 23 años prófugo de la Justicia internacional acusado de financiar el genocidio de Ruanda, compareció este lunes por primera vez ante un tribunal de la ONU en La Haya.
El abogado de Kabuga, Emmanuel Altit, dijo ante un juez de instrucción del Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI) que su cliente se declara no culpable de todos los cargos.
El sospechoso, de 85 años, estuvo presente en la corte y apenas pronunció unas pocas palabras para confirmar que recibió correctamente el largo escrito de acusación, cuya lectura pública durante la vista oral de hoy duró dos horas.
El fiscal jefe del MTPI, Serge Brammertz, explicó que en las próximas semanas entregará una actualización de dicho escrito en forma de enmienda y que está contactando con testigos para comprobar su disponibilidad, pues los hechos denunciados ocurrieron hace más de 26 años.
El abogado Altit, por su parte, adelantó que pedirá a la corte un análisis pormenorizado del estado de salud físico y mental de Kabuga con el objetivo de determinar si está preparado para afrontar el juicio, que podría durar años.
El hombre de negocios fue detenido el pasado mayo en París y es considerado el banquero del genocidio de Ruanda, pues se le acusa de instaurar el denominado Fondo de Defensa Nacional, que proporcionó machetes, azadas, vehículos, dinero en metálico y uniformes a la milicia interahamwe, responsable de gran parte de los asesinatos.
Unos 800.000 tutsis y hutus moderados fueron masacrados en Ruanda entre abril y julio de 1994, según cifras de la ONU, por milicias extremistas hutu, población civil de esta etnia y el Ejército.
Según la Fiscalía, Kabuga puso su casa en Kigali, capital de Ruanda, a disposición de la milicia interahamwe para que sus miembros se entrenaran en el uso de los machetes y las azadas utilizadas durante el genocidio.
Por otro lado, fundó y presidió una emisora de radio, Radio Télévision Libre des Mille Collines (RTLM), que se habría utilizado para diseminar un discurso de odio contra los tutsis, proporcionar sus ubicaciones y pedir su eliminación.
«Las retransmisiones de RTLM incitaron al genocidio contra los tutsis» y «dieron información con el objetivo de facilitar los asesinatos», se dice en el escrito de acusación.
Kabuga abandonó su país a mediados de 1994 debido a los avances del Frente Patriótico Ruandés, compuesto esencialmente por militantes tutsis, y huyó primero a Suiza y luego a Zaire (la actual República Democrática del Congo) y Kenia.
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda, creado por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo acusó en 1997 de siete cargos de genocidio, complicidad de genocidio, incitación directa y pública al genocidio e intento de genocidio. Todos los crímenes se habrían cometido entre el 6 de abril y el 17 de julio de 1994.
Desde la emisión de su orden de arresto en 1997, Kabuga vivió como prófugo de la Justicia. Estuvo a punto de ser detenido en 2003, pero logró escapar de una operación policial en Kenia y fue finalmente arrestado el pasado mayo en Francia.
Su juicio se celebra en el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales, institución judicial instaurada por la ONU y heredera de los últimos casos del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.