La petición ha sido formulada en el Parlament por la diputada de Vic, que ya usó la megafonía de su Ayuntamiento para emitir proclamas independentistas
VÍCTOR MONDELO. EL MUNDO.- La alcaldesa de Vic y diputada de JxCat, Anna Erra, ha instado este martes a los «catalanes autóctonos» a que no hablen en castellano a personas que «por su acento o aspecto no parecen catalanas».
La representante del partido de Carles Puigdemont ha realizado esta petición desde el Parlament para defender la campaña No me cambies la lengua. Campaña que respalda oficialmente la Generailtat y que, precisamente, invita a los catalanoparlantes a no emplear el castellano en sus conversaciones con recién llegados a Cataluña para que se vean obligados a hablar el catalán y lo aprendan.
«Tenemos que concienciar a los catalanes autóctonos. […] Un gran defecto de muchos catalanoparlantes es el de cambiar la lengua. Es decir, pasarse directamente al castellano cuando el interlocutor que tienen delante les parece que es extranjero o, simplemente, no habla catalán», ha defendido la diputada de JxCat, para después proseguir con su argumentación en los siguientes términos: «Hay que poner fin a la costumbre muy presente en determinadas zonas del país de hablar en castellano a cualquier persona que, por su aspecto físico o por su nombre, no parece catalana. Concienciar a los catalanes de que no cambien la lengua cuando creen, por el acento o los rasgos físicos, que su interlocutor no es nacido en Cataluña».
Lejos de corregir a la también alcaldesa de Vic, la consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga -designada por JxCat-, ha respaldado la campaña que bendice la Generalitat y ha subrayado que «el objetivo es justo este, que los catalanoparlantes mantengan el catalán ante personas que por sus rasgos o signos distintivos no sepan si saben o no catalán». Vilallonga fue una de las firmantes del manifiesto Koiné, en el que junto a otros 170 lingüístas defendía la imposición del catalán como única lengua oficial en Cataluña tras sostener que el castellano era una «lengua de dominación, que le disputa coercitivamente el estatus de lengua territorial» al catalán. Los firmantes sostenían que «bajo la capa de la ideología bilingüista, se propone para la futura República Catalana que la anormalidad lingüística actual continúe siendo garantizada y acontezca la falsa normalidad de la república».
La alcaldesa de Vic ya protagonizó otra polémica cuando instaló megafonía en el Ayuntamiento de su localidad para emitir proclamas independentistas. «No normalicemos una situación de excepcionalidad y urgencia nacional. Recordemos cada día que aún hay presos políticos y exiliados. No nos desviemos de nuestro objetivo, la independencia de Cataluña», decían dichas soflamas. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña descartó abrir una investigación por estos hechos.
PROTESTAS DEL CONSTITUCIONALISMO
Las reacciones de las formaciones constitucionalistas han sido inmediatas. La diputada de Ciudadanos, Sonia Sierra, ha acusado a la diputada de JxCat y a la consejera de Cultura de la Generalita de «creer que existe una raza catalana». Mientras que el líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha manifestado: «Cuando crees que ya lo has oído todo, siempre hay algún diputado separatista que supera la miseria».