EFE. LA VANGUARDIA.- La Audiencia de Granada inicia mañana el juicio contra un joven acusado de intentar asesinar a su tío, al que golpeó con un palo y una piedra hasta dejarlo en coma durante un ataque que la Fiscalía ha considerado homófobo.
La Sección Segunda de la Audiencia celebrará las cuatro sesiones del juicio previstas contra Francisco Javier M.P., un joven que se enfrenta a la petición de la Fiscalía de 23 años de cárcel por una tentativa de asesinato contra su tío.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Efe, los hechos se remontan a las 23:15 horas del pasado 2 de abril cuando el acusado Francisco Javier M.P., de 21 años en el momento del suceso, inició una discusión con su tío, de 37 años, en un domicilio de Vélez de Benaudalla en la que le reprochaba su orientación sexual.
El acusado llamó a la víctima «maricón de mierda», según la Fiscalía, y comenzó a golpearle de manera brutal con un palo por todo el cuerpo.
La víctima huyó de la vivienda, pero el investigado volvió a alcanzarlo en la calle, donde le propinó golpes en la cabeza con una piedra para causarle la muerte hasta que el tío paterno se quedó tumbado sobre un charco de sangre, gravemente herido.
Cuando mediaron los vecinos y la Guardia Civil, el acusado seguía insultando a su tío diciendo que tenía que matarlo por maricón.
Como consecuencia de los golpes, la víctima sufrió heridas muy graves a nivel neurológico que pusieron en riesgo su vida y le dejaron en coma, con contusiones y hemorragias cerebrales, fractura de huesos de la nariz y la boca, pérdida de dientes, traumatismo torácico y fracturas costales.
El hombre permanece ingresado en un hospital con traqueotomía, alimentación parenteral, sondado, monitorizado y en coma.
Según el informe médico forense hecho el pasado julio, no se puede establecer tiempo de curación ni las secuelas y es previsible que le queden daños permanentes, trastorno cognitivo y daño neuropsicológico grave o muy grave, que podrían requerir asistencia sanitaria o adecuación de la vivienda.
Según la acusación pública, estos hechos constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa, con las circunstancias agravantes de discriminación por orientación sexual y parentesco.
Además de los 23 años de prisión, la Fiscalía pide para el procesado, que será juzgado desde mañana, la prohibición de comunicación y aproximación durante 25 años con la víctima.