ABC.- El quinto acusado de los mayores de edad detenidos por el robo con violencia a un joven en la calle Campamento de la capital ha sido condenado a dos años de cárcel
Dos años y ocho meses de prisión ha sido la condena aceptada por cuatro de los cinco detenidos por el robo violento a un joven en un parque de la calle Campamento del barrio de San Bernardo el pasado 30 de mayo. El quinto ha sido condenado a dos años de cárcel. Así termina judicialmente la primera parte del conocido caso de la ‘caza al pijo’, pues aún están pendiente de ser juzgados los dos menores que también fueron arrestados por la Policía Nacional por estos hechos.
El Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla ha sentado este lunes en el banquillo a los cinco detenidos por el robo que eran mayores de edad. Era el segundo intento de juzgar estos hechos después de que hace una semanas se tuviera que suspender por el positivo en coronavirus de uno de los dos investigados que está en prisión provisional.
La Fiscalía de Sevilla solicitaba cuatro años de cárcel los cinco por un delito de robo violento y otro de lesiones. A dos de ellos también les imputa un tercer delito leve de maltrato. Pero antes de la celebración de la vista oral, la representante del Ministerio Público, el abogado de la acusación particular y las defensas han alcanzado un acuerdo de conformidad.
Hechos
Los cinco acusados, en virtud del acuerdo, han reconocido los hechos ocurridos sobre las 21.30 horas del viernes 30 de mayo en la calle Campamento, donde dejaron la víctima quedó semiinconsciente por la paliza recibida.
Esa noche, un grupo de jóvenes se encontraban sentados en el banco de un parque escuchando música con un altavoz portátil bluetooth, cuando se les acercaron otro grupo de jóvenes con la intención de apoderarse del altavoz. Los acorralaron y a empujones, derribaron a la víctima, quien llevaba consigo el aparato. Con éste ya en el suelo, le pegaron patadas en la espalda y el rostro. Después huyeron tras robarle el altavoz, valorado en unos 65 euros.
Este robo con violencia a jóvenes en el barrio de Nervión tomó especial repercusión social y en los medios por la decisión de los padres de la víctima de iniciar una recogida de firmas reclamando más seguridad en el citado barrio y denunciando que sus hijos estaban sufriendo una suerte de juego viral al que se le dio el nombre de ‘caza al pijo’.
En este sentido, los padres apuntaban a grupos de jóvenes que acudían a barrios acomodados de la ciudad a agredir a menores por una cuestión social. Horas después, la Policía Nacional desmintió que existiera tal juego y circunscribían los hechos a robos violentos cometidos por grupos de jóvenes.
Condena
La juez de lo Penal número 6 de Sevilla ha dictado sentencia ‘in voce’ contra los cinco acusados, que responden a las iniciales C.A.C., L.G.M.J., C.L.L., P.C.T. y J.M.B.S. A cuatro de ellos los ha condenado a dos años y ocho meses de prisión, multa de un mes a razón de tres euros diario, y a cinco años y medio de alejamiento de la víctima. El quinto ha sido condenado a dos años de cárcel, pero mismas multas y medidas de alejamiento.
Además, dos de ellos también han sido condenados por dos delitos leves de maltrato a otros jóvenes. Por esto tendrán que afrontar otra multa de tres euros diario durante un mes.
La juez ha estimado la agravante de abuso de superioridad en los cinco acusados, pero también dos atenuantes en todos ellos, como son el consumo de drogas y reparación del daño, pues han consignado ya la indemnización a la víctima: 3.915 euros.
Asimismo, el quinto acusado, J.M.B.S., cuenta con una pena inferior al apreciarse una leve discapacidad en él. Para este condenado, la juez ha acordado la suspensión de la pena por un periodo de cuatro años condicionado a que se someta a un tratamiento de deshabituación a las drogas y realice 150 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Con respecto a la pena impuesta a los otros cuatros, la juez no se ha pronunciado sobre su suspensión, solicitada por las defensas, entre las que se encontraba Alberto Castejón o Manuel Manzaneque.
También ha acordado durante la sesión poner en libertad a los dos condenados que estaban en prisión provisional, a lo que no se han opuesto ni la fiscal ni el abogado de la acusación, Antonio Miguel Cubero.