CARLOS PRIETO. EL CONFIDENCIAL.- “La imagen que tenemos de José Antonio ha llegado distorsionada hasta nuestros días a causa de sus múltiples enemigos. José Antonio era un joven idealista. Lo de que no era ni de izquierdas ni de derechas no era estrategia, sino realidad. No hay más que recordar su fobia a la banca. José Antonio llamaba a los banqueros por su nombre: ladrones”, cuenta Álvaro Sáenz de Heredia.
Su musical, por tanto, mostrará a un José Antonio Primo de Rivera como joven revolucionario social que choca con marxistas y franquistas. Un joven fusilado por los rojos y traicionado por un Franco que no habría hecho nada por salvarle y recicló luego sus ideas para afianzar su poder. “La Falange terminó en noviembre de 1936”, afirma Sáenz de Heredia aludiendo a la fecha de la muerte de José Antonio.
Ideas que siempre ha defendido la denominada Falange Auténtica y que tienen hasta una denominación política: la tercera vía (ni marxistas ni capitalistas). Una visión conflictiva sobre la que los historiadores han discutido largo y tendido: donde un sector de la derecha ve en José Antonio a un revolucionario, un sector de la izquierda ve a un fascista que tenía exactamente tanto de social como Hitler y Mussolini.
¿Estamos preparados para ver a José Antonio Primo de Rivera y Federico García Lorca cantando juntos en un musical? ¿Es La princesa roja una obra escándalo por las políticas que quiere divulgar? ¿O estamos ante un producto inofensivo? ¿El kitsch familiar típico del formato musical es capaz de neutralizar/banalizar cualquier idea por explosiva que sea? ¿El falangismo con mallas es menos falangismo que el falangismo con correajes militares? La solución a estos enigmas dentro de unos meses en cualquier teatro de la Gran Vía.
Se abre el telón y aparece un joven que dice no ser ni de izquierdas ni de derechas, amigo de Lorca y Azaña, enfrentado a marxistas y franquistas, con una intensa vida sentimental e ínfulas revolucionarias. ¿Cómo se llama la película? José Antonio Primo de Rivera, el musical.
Sí, han leído bien: el fundador de la Falange será el protagonista de un musical (La princesa roja) que ya está en fase de producción y aspira a estrenarse en la Gran Vía (antigua Avenida de José Antonio) el próximo curso. Morbo político y controversia cultural no, lo siguiente.
El cerebro de la operación -en calidad de guionista, director y productor del musical- es el cineasta Álvaro Sáenz de Heredia (Madrid, 1942), que el pasado viernes mostró a El Confidencial las primeras imágenes del proyecto: una serie de escenas filmadas, que él llama “la maqueta», en las que aparecen personajes como Franco, Mola o Largo Caballero y se cantan y bailan temas que glosan las peripecias de José Antonio antes y durante la Guerra Civil.
El papel de José Antonio en el musical será para el televisivo Jesús Cisneros (Al salir de clase, Lleno, por favor)
Pedagogía y propaganda
¿Estamos ante un ejercicio de revisionismo hagiográfico (típico, por otro lado, de cualquier musical)? ¿Es La Princesa Roja una muestra de falangismo social musicalizado para toda la familia? ¿Estamos delante de una fantasía propagandística sobre el lado obrero de la Falange? Quizás, pero Sáenz de Heredia prefiere hablar de divulgación y de pedagogía histórica:
“No se conoce bien al verdadero José Antonio. Se escriben muchos libros sobre él, pero para una minoría; lo de hacer un musical es una idea estupenda para divulgar su vida y su obra entre el gran público», cuenta Heredia a este periódico desde el despacho de un piso del centro de Madrid.
Dice Álvaro Sáenz de Heredia que La princesa roja “mostrará al José Antonio político, pero sobre todo al José Antonio sentimental”, ya que pondrá el foco sobre su relación con dos mujeres: Pilar Azlor y Elisabeth Bibesco, conocida como la Princesa Roja.
Algo de esa mezcla (político/sentimental) hay también en las motivaciones del director madrileño. A Sáenz de Heredia parecen resultarle atractivas algunas de las ideas del líder histórico de Falange, aunque la otra clave de su interés por el proyecto es de tipo sentimental/familiar: José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia era familiar suyo (tío segundo).
Una saga cinematográfica
El director, de hecho, tiene un pedigrí familiar conservador sobre el que merece la pena detenerse. Su tío, José Luis Sáenz de Heredia, dirigió dos películas claves de la propaganda franquista -Raza (1942) y Franco, ese hombre (1964)-, pero también una de las comedias españolas fundamentales de los años cincuenta: Historias de la radio (1955). El prestigioso historiador cinematográfico Román Gubern escribió esto a su muerte: “Sáenz de Heredia era de la misma generación que Dionisio Ridruejo y seguía a la de Giménez Caballero y Edgar Neville. Es decir, era de la derecha ilustrada y escribidora que, liderada por su primo José Antonio Primo de Rivera, se deslizó luego hacia la barricada del fascismo… Aunque Sáenz de Heredia fue un cineasta todo-terreno, se le recordará siempre como el cineasta falangista de un país que no tuvo, en rigor, cine falangista, sino cine militarista, cine conservador y cine hagiográfico”.
Álvaro Sáenz de Heredia, por su parte, se hizo un hueco en el cine de la democracia con sus películas para humoristas televisivos, de Martes y Trece a Chiquito de la Calzada, con el que rodó, entre otras, las descacharrantes Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera (1996) y Brácula: Condemor II (1997). Curiosamente su película más política quizás sea su mejor trabajo, La Hoz y el Martínez (1984), comedia de acción de culto con Andrés Pajares en el papel de fontanero reciclado en falso líder soviético.
“La imagen que tenemos de José Antonio ha llegado distorsionada hasta nuestros días a causa de sus múltiples enemigos. José Antonio era un joven idealista. Lo de que no era ni de izquierdas ni de derechas no era estrategia, sino realidad. No hay más que recordar su fobia a la banca. José Antonio llamaba a los banqueros por su nombre: ladrones”, cuenta Álvaro Sáenz de Heredia.
Su musical, por tanto, mostrará a un José Antonio Primo de Rivera como joven revolucionario social que choca con marxistas y franquistas. Un joven fusilado por los rojos y traicionado por un Franco que no habría hecho nada por salvarle y recicló luego sus ideas para afianzar su poder. “La Falange terminó en noviembre de 1936”, afirma Sáenz de Heredia aludiendo a la fecha de la muerte de José Antonio.
Ideas que siempre ha defendido la denominada Falange Auténtica y que tienen hasta una denominación política: la tercera vía (ni marxistas ni capitalistas). Una visión conflictiva sobre la que los historiadores han discutido largo y tendido: donde un sector de la derecha ve en José Antonio a un revolucionario, un sector de la izquierda ve a un fascista que tenía exactamente tanto de social como Hitler y Mussolini.
¿Estamos preparados para ver a José Antonio Primo de Rivera y Federico García Lorca cantando juntos en un musical? ¿Es La princesa roja una obra escándalo por las políticas que quiere divulgar? ¿O estamos ante un producto inofensivo? ¿El kitsch familiar típico del formato musical es capaz de neutralizar/banalizar cualquier idea por explosiva que sea? ¿El falangismo con mallas es menos falangismo que el falangismo con correajes militares? La solución a estos enigmas dentro de unos meses en cualquier teatro de la Gran Vía.