Jefa indígena de poder electoral de Bolivia denuncia «racismo y discriminación»

| 11 enero, 2019

SPUTNIK.- La jefa del poder electoral de Bolivia, la indígena María Eugenia Choque, dijo a la prensa local que es víctima de una campaña de racismo y discriminación activada por sectores de la oposición conservadora que cuestionan las inminentes elecciones primarias.

La máxima autoridad electoral boliviana salió así al cruce de una ola de críticas, inclusive pedidos de renuncia de los miembros del TSE, por el reciente cambio de al menos una decena de técnicos informáticos de ese organismo cuando falta poco más de dos semanas de las primarias partidarias.

En esos comicios que el TSE organiza para el domingo 27 de enero, ocho partidos y frentes confirmarán a sus candidatos para las elecciones generales de octubre en las que el presidente Evo Morales buscará un cuarto mandato consecutivo.

Choque, quien asumió la presidencia del TSE el 30 de octubre tras la renuncia de la activista feminista Katia Uriona, consideró infundadas las denuncias opositoras de que los cambios de algunos funcionarios electorales pudieran ser parte de un plan de fraude.

Por el contrario, aseguró, se trata de un proceso que no plantea «ningún riesgo de fraude» porque en las primarias votarán solo los militantes registrados por los partidos.

Choque evitó confirmar si denunciará judicialmente la discriminación de la que se declaró víctima.

La lucha contra toda forma de discriminación es una de las banderas del Gobierno de Morales, que en una gestión pasada inclusive emitió una ley contra ese delito.

Mesa mostró preocupación especialmente porque algunos funcionarios relevados eran parte del equipo que maneja el padrón de electoral, «que es el fundamento sobre el que se basa la credibilidad del proceso de elecciones presidenciales de 2019».

Jaime Paz Zamora otro expresidente (1989-1993) y también candidato socialdemócrata demandó el 10 de enero en una conferencia de prensa la renuncia de todos los miembros del TSE, a quienes consideró responsables de unas elecciones primarias que en el fondo serían «un fraude al servicio del MAS (Movimiento al Socialismo)».

En línea con la presidenta del TSE, la titular oficialista de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, respondió a los opositores que tanto la imparcialidad del órgano electoral como la validez de las primarias estaban garantizadas.

En las primarias del 27 de enero podrá participar aproximadamente un millón y medio de militantes de partidos políticos, pero se prevé una asistencia mucho menor porque el voto no será obligatorio como en las generales.

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