Jean Wyllys ha vivido escondido en Barcelona y en Berlín desde que se marchó de Brasil. El ex diputado señala que la lucha contra Bolsonaro «no requiere más mártires», sino que necesita «activistas vivos»
AITOR HERNÁNDEZ. EL MUNDO.- Jean Wyllys no duda en afirmar que «Brasil no es un país seguro para las personas LGTBI». El primer y único diputado abiertamente gay del Congreso Nacional de Brasil sabe bien lo que es vivir amenazado: desde su elección en 2011 ha recibido amenazas de muerte y, tras la elección del ultraderechista Jair Bolsonaro, éstas se tornaron cada vez más creíbles hasta imposibilitar su permanencia en el país sudamericano.
Hace un mes el político se vio obligado a renunciar a su escaño y huir a Europa, donde ha vivido escondido, inicialmente en Barcelona y, en los últimos meses, en Berlín. Esta semana, sin embargo, ha aparecido en público por primera vez en Portugal, el país donde contempla vivir hasta que sea posible volver a su Estado natal. Ante una audiencia de cientos de personas en Lisboa, Wyllys ha protagonizado este miércoles una conferencia en la que ha explicado su decisión de abandonar Brasil.
«Brasil ya era un país homófobo y Bolsonaro supo aprovechar ese odio para llegar al poder. Hablamos de un hombre que llevaba 30 años en el Parlamento sin haber logrado aprobar un único proyecto de ley. Ganó porque se aprovechó de los medios para sacar el odio LGTBIfóbico que muchos ya tenían dentro de sí; consiguió movilizarles contra los grupos que él señaló como responsables de los males del país», ha declarado el ex diputado.
Wyllys ha contado cómo había pasado los últimos años siendo insultado por Bolsonaro, en aquel entonces diputado del Congreso. Toleró el abuso hasta el año pasado, cuando el asesinato de la concejal carioca Marielle Franco lo cambió todo.
«Cuando mataron a Marielle me di cuenta que iban a por mí, a por mi familia. Ante las amenazas recibidas, la policía no hacía nada más que abrir investigaciones protocolarias, sin ningún interés real en perseguir a los responsables. Terminé por vivir con miedo, encerrado en casa, y concluí que, si me quedaba en Brasil, iba a morir», se ha lamentado.
La elección de Bolsonaro el pasado otoño le convenció que era el momento de salir: «Esta lucha no requiere más mártires; requiere activistas vivos». Por estos motivos, Wyllys ha revelado que decidió huir a España. Según el diputado, entró en contacto con el embajador y le informó que, aunque viajaba con un visado de turista, no pensaba volver a Brasil. Tras explicar sus motivos, el político dice que el embajador le aseguró que podría quedarse por lo menos hasta abril y que, desde España, podría decidir dónde asentarse definitivamente.
«Estamos ante el comienzo de una noche que puede ser muy larga, y el impacto de este Gobierno ya se está viendo, con los casos de corrupción, pero también con el odio que intenta legitimar».
Fuertes medidas de seguridad
Cientos de personas han acudido a la convocatoria en el centro de Lisboa y han recibido al político cantando «en Portugal y en Brasil, siempre en defensa de los valores de abril», refiriéndose, de esta manera, a la Revolución de los Claveles de 1974. Cuando se ha agotado la capacidad del salón que acogía la conferencia, centenares de personas seguían en la fila, que se extendía hasta la vecina Praça dos Restauradores.
Una decena de militantes del Partido Nacional Renovador han desplegado un cartel en el que han declarado al brasileño como ‘persona non grata’ en Portugal,pero sus gritos han sido superados por los de los centenares de universitarios antifascistas que se han personado para contrarrestar la manifestación de la formación ultranacionalista.
La charla de Wyllys se ha desarrollado entre fuertes medidas de seguridad, con la policía lusa desplegada para proteger al diputado, que fue blanco de un intento de ataque el martes mientras participaba en una conferencia en Coimbra: dos activistas de extrema derecha lanzaron huevos contra el político antes de ser expulsados del centro universitario que acogía el evento. La conferencia fue interrumpida brevemente cuando una persona girtó un lema a favor de Bolsonaro, pero fue desalojado del salón poco después entre gritos de «fuera fascista».
Este miércoles, Jean Wyllys ha comparecido junto a varios académicos portugueses y Pilar del Río, presidenta de la Fundación José Saramago y viuda del Nobel de Literatura, quién ha presentado al ex diputado celebrando su coraje y declarando que, «ante el fascismo, nosotros somos la resistencia; somos los buenos, somos los más guapos».
El diputado ha prometido hacer una oposición activa al régimen de Bolsonaro desde Europa, y ha asegurado que no se ha exiliado para «vivir en silencio».«Cuando me fui, esos que están ahora en el Gobierno pensaron que me olvidaría de Brasil. Se equivocaron. No me voy a callar. Aquí estamos nosotros, los progresistas la de izquierda, luchadores, y vamos a seguir adelante para defender los derechos de las personas LGTBI y los valores democráticos en Brasil», ha resaltado.