«Estamos acostumbrados, lo llevamos sufriendo toda la vida», asegura uno de los miembros de la dirección provincial, Arturo del Olmo
EVA ESTEBAN. EL NORTE DE CASTILLA.– Están «cansados». «Hartos» de los continuos ataques a su sede con pintadas y actos vandálicos. Pero los afiliados de Izquierda Unida en Valladolid dicen «no tener miedo». No les «amedrenta» que la fachada donde el grupo trabaja, ubicada en la calle Jardines, haya amanecido con mensajes ofensivos «por tercera vez en menos de un mes». Los últimos aparecieron hace tan solo seis días, el pasado 12 de octubre, Día de la Hispanidad. «Estamos acostumbrados, lo llevamos sufriendo toda la vida», asegura uno de los miembros de la dirección provincial de la formación, Arturo del Olmo.
Estos altercados «siempre han existido», pero nunca lo habían padecido con tanta intensidad. De hecho, este jueves fueron un paso «más allá». No solo arremetieron contra el letrero del partido y escribieron el mensaje ‘Rojos fuera’ en la pared, sino que sellaron con silicona dos candados, el de la puerta de acceso y el de otra previa, instalada como medida de seguridad porque «otra vez nos la reventaron y nos la quemaron». A nivel personal, asevera, desconocen quién puede haber sido, aunque «por ideología está claro». El detonante, considera, es la «normalización en el espacio público de ideas de extrema derecha». También relacionan estos hechos con las protestas de Cataluña. «Como están aquí y no en Barcelona, digamos que para ellos somos lo más parecido que tienen a los independentistas».
