Aymeric Chauprade, hasta el jueves jefe de la delegación de la extrema derecha francesa en Bruselas, difundió el 15 de enero un vídeo grabado por los medios audiovisuales del Parlamento Europeo en el que decía literalmente que “las raíces de la violencia y del totalitarismo están presentes en el Islam, cuyo texto sagrado es el Corán”
TERCERA INFORMACIÓN.- La delegación de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo ha enviado una carta al presidente Martin Schulz en la que reclama medidas disciplinarias contra el diputado del Frente Nacional Aymeric Chauprade por incitar al odio contra el Islam en un vídeo grabado el pasado 15 de enero por los servicios audiovisuales de la Eurocámara en Estrasburgo. En la misiva, la portavoz, Marina Albiol, muestra su preocupación por el auge de los discursos islamófobos tras los atentados terroristas de París el 7 y el 8 de enero.
En la grabación, titulada Francia está en guerra, Chauprade asegura que en el país galo hay “entre 900.000 y 1,2 millones de musulmanes convencidos de que la Sharia, la ley islámica, debe sustituir a la ley francesa” y de que “el Corán se convertirá en un día en su Constitución, en lugar de nuestra Constitución”. Esto, según el eurodiputado ultra, provoca que el Islam sea “una amenaza muy grave” para el futuro de Francia. Tanto es así, que según él “hay muchos franceses que están a punto de irse del país, y no sólo los judíos”.
No contento con esto, dice también que una mayoría de musulmanes en todo el mundo celebró el asesinato del dibujante Charb, “porque se lo había buscado por insultar” a Mahoma y que esto no debe extrañar a nadie porque “las raíces de la violencia y del totalitarismo están presentes en el propio Islam”.
Como colofón a su discurso islamófobo, que no es más que un discurso xenófobo cargado de violencia, Chauprade compara al Islam con el nazismo: “Se nos dice que una mayoría de los musulmanes es pacífica, cierto. Como una mayoría de los alemanes lo era antes de 1934 y del nacionalsocialismo alemán. Una mayoría de rusos, chinos, de jemeres eran pacíficos antes de cometer crímenes abominables en nombre del comunismo. Cuando el totalitarismo forma parte de una minoría consecuente y activa, el argumento de la mayoría pacífica no se sostiene”.
“Lo que más nos preocupa es que para lanzar estos discursos de odio, cuyo único objetivo es alimentar la intolerancia y la violencia en el seno de nuestras sociedades, se estén utilizando los recursos audiovisuales propios del Parlamento Europeo”, escribe Albiol en la misiva de IU. La extrema derecha, tan presente en la Eurocámara, usa “estos recursos, que deberían estar al servicio de los pueblos de Europa, para así alimentar el monstruo de la intolerancia, algo que por desgracia ya hemos conocido en nuestro continente, y para enfrentar a unos europeos con otros. La Unión Europea nace para que estos errores no vuelvan a repetirse, y creemos que es obligación de sus instituciones velar para que esto sea así”, continúa.
Chauprade, que también carga contra la inmigración al relacionarla directamente con el terrorismo, “está obviando la realidad diversa de la cultura Europea”, dice Albiol, para la que desde las instituciones europeas, “lo que cabe es trabajar contra la discriminación por motivos de origen, religión, o color de piel, y no fomentarla. Europeos somos los que vivimos y trabajamos en Europa, sin excepciones”.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, decidió ayer suspender a Chauprade de sus funciones como jefe de la delegación del Frente Nacional en la Eurocámara. Pero desde Izquierda Unida recordamos que el padre de la propia Le Pen y su sobrina, ambos también eurodiputados, han alimentado la difusión del vídeo en sus redes sociales.
Albiol recuerda a Schulz en su carta que con ese discurso del odio se está atacando a una parte de la ciudadanía europea (sólo en Francia hay seis millones de musulmanes) y que es su responsabilidad la de impedir que se disfrace de opinión política lo que es “xenofobia y violencia”. Por todo ello, Izquierda Unida solicita al presidente del Parlamento Europeo que imponga al eurodiputado del Frente Nacional “las sanciones oportunas” y que tome medidas para que este tipo de discursos no tengan difusión gracias a los medios audiovisuales de la Eurocámara.
