Los ultras apalearon salvajemente a cuatro jóvenes que participaban en un manifestación pacífica contra Salvini
EL PERIÓDICO.- Este lunes se abre en la sureña ciudad de Bari, capital de la región Apulia, la vista oral del proceso judicial contra 33 miembros de la ultraderecha acusados de “reorganización del Partido Fascista”, el de Benito Mussolini. Los años transcurridos y la catástrofe de la pandemia en curso pueden teñir los cargos como una acusación obsoleta, aunque los hechos son del 2018.
Dos años atrás, 33 miembros de Casa Pound, nombre de un poeta filofascista estadounidense emigrado a Italia en el que se inspira la formación de la ultraderecha, apalearon salvajemente a cuatro jóvenes y a otras personas que participaban en un manifestación pacifica contra el entonces ministro de Interior, Matteo Salvini. Terminaron en el hospital en estado grave. El eslogan de la manifestación era “Nunca con Salvini”.
Tirando del hilo de aquellos hechos y gracias a numerosas conversaciones de los acusados, pinchadas por orden de la fiscalía, en el 2020 la magistratura cambió 2020 la acusación por la de “reorganización del disuelto Partido Fascista”. La misma se apoya en un decreto de ley de 1952, aprobado pocos años después del final de la segunda guerra mundial, cuando el fascismo pareció reencarnarse en el Movimiento Social Italiano (MSI), inspirado por Giorgio Almirante, exmiembro de la República Italiana de Saló. Fue instituida en el norte de la península cuando ya los aliados avanzaban desde el sur, el canto del cisne del fascismo y de Mussolini.
Agresión brutal
Explica la eurodiputada Eleonora Forenza: “Estábamos regresando de la manifestación cuando encontramos a una mujer eritrea con su hijo un cochecito. Estaba asustada porque en la zona donde se encuentra la sede de Casa Pound, un grupo de personas la había inmovilizado… Nosotros nos alejamos enseguida, pero nos siguieron y nos agredieron con cinturones y guantes metálicos: una pandilla fascista nos persiguió y golpeó, entre cochecitos y bebés…”. Durante los asaltos golpearon a los cuatro manifestantes que terminaron en el hospital. La sede local de Casa Pound de la ciudad fue cerrada por orden municipal.
Los imputados están acusados de “haber participado en reuniones públicas y realizando manifestaciones propias del disuelto Partido Fascista» y, en particular, de haber «empleado el método escuadrista como instrumento de participación política, además de haber causado premeditadamente lesiones». El municipio de Bari y la Asociación Nacional de Partisanos (ANPI) han solicitado constituirse en acusación particular.
Entre las converversaciones pinchadas algunos mensajes impactan: “Hola, Ciro, el viernes se necesita mano dura por causa de la manifestación. Giulio te mandará a alguien de Lecce para lo que se refiere a la logística, mazas, cascos y otras cosas, tu ponlo el día antes cerca de la sede o en los alrededores…”.
El reflejo griego
Después de años y de varias transformaciones, el MSI ha sido heredado por el partido Hermanos de Italia (FdI), liderada por Giorgia Meloni y tercera formación del país (16%), después de la Liga y del progresista Partido Demócrata (PD). Los ultras de Casa Pound están informalmente integrados en FdI, que de vez en cuando presenta en sus listas a candidatos de la formación que, curiosamente, no ha sido disuelta en ámbito nacional.
La sede central de Casa Pound en Roma, un edificio bastante próoximo al ayuntamiento, ocupado ilegalmente desde hace decenios, está ahora en juicio para ser desalojado. El proceso tiene lugar pocos días después de que un tribunal de apelación de Grecia haya condenado como “organización criminal” a la formación ultraderechista Amanecer Dorado que en 2014 obtuvo 12 diputados.