Italia cierra la escuela ultraderechista de Bannon

| 10 octubre, 2019

El Ministerio de Cultura revoca definitivamente la concesión de la cartuja de Trisulti

ANNA BUJ. LA VANGUARDIA.– El agitador de los ultraderechistas mundiales, Steve Bannon, se ha quedado sin su pie en Italia. El Ministerio de Cultura italiano ha revocado hoy definitivamente la concesión de la cartuja de Trisulti al instituto católico Dignitatis Humanae (IDH), una especie de centro ideológico para propagar políticas ultraconservadoras desde el catolicismo.

El exasesor de Donald Trump en la Casa Blanca había escogido este monasterio de Collepardo, a 130 kilómetros al sur de Roma, para crear una suerte de academia donde quería formar a los próximos líderes ultraderechistas del mundo desde un prisma judeocristiano. Ahora ya no lo podrá hacer. Si en junio el Ministerio de Cultura, entonces liderado por el grillino Alberto Bonisoli, avanzó que había iniciado los procedimientos para revocar la concesión debido “a la violación de diferentes obligaciones contractuales”, este jueves el Gobierno ha anunciado que la concesión ya ha sido efectivamente anulada.

En un comunicado, el Ministerio, ahora bajo los mandos de Dario Franceschini (Partido Demócrata), explica que “contrariamente a lo que había sido declarado en el momento de la candidatura, la asociación no disponía de las condiciones requeridas para la concesión”. La administración italiana asignó por concurso en febrero del 2018 la gestión de la cartuja de Trisulti al IDH por 19 años gracias a una cuantiosa oferta de 100.000 euros anuales. Pero según descubrió La Repubblica, la carta necesaria para el concurso, que contenía un plan de negocio avalado por una institución bancaria danesa, era fraudulenta. Además, en el concurso el think thank declaró tener objetivos de carácter religioso (no se hablaba de ningún fin político) algo que se ha descubierto finalmente falso. Entre las irregularidades que citaba el subsecretario de Cultura Gianluca Vacca, la fundación IDH no tenía el reconocimiento de personalidad jurídica, ni los objetivos de promoción o conocimiento de bienes culturales, ni tampoco experiencia en el sector.

Los objetivos del agitador populista

Como contaba Benjamin Harnwell , el fundador y presidente del IDH, desde este lugar pretendían formar a políticos bajo el modelo del líder de la Liga, Matteo Salvini, o el premier húngaro Viktor Orbán. Querían empezar a partir de este verano a dar clases de filosofía, teología, economía e historia. La idea de Bannon, según Harnwell, era poner en el centro lo que ellos llaman los “valores judeocristianos”.

La decisión supone otro mazazo para Bannon después del portazo reciente del cardenal estadounidense Raymond Burke, conocido por ser el cabecilla del frente conservador opositor al papa Francisco, que ha vuelto a acusar al Pontífice de herejía por el planteamiento del Sínodo sobre la Amazonia que se está desarrollando estos días. Burke era presidente honorario del IDH, con quienes llevaba colaborando varios años, pero el purpurado americano decidió romper con Bannon este verano, escandalizado por sus afirmaciones contra la disciplina y la doctrina de la Iglesia católica.

La academia buscaba luchar como lobby para extender políticas contra el aborto, contra los homosexuales, contra la inmigración, contra los musulmanes e incluso contra la igualdad. Desde la asignación la polémica ha sido constante. Hasta han protestado los vecinos de Collepardo, porque pensaban que las ideas ultranacionalistas de Bannon no comulgan con el espíritu de paz para peregrinos y excursionistas que debería tener el monasterio. Los locales también estaban indignados porque ya no podían acceder a la cartuja libremente, como sucedía anteriormente, sino sólo con visitas guiadas.

HISTÓRICO

Enlaces internacionales