El Sindicato de Estudiante de los Países Catalanes (SEPC), del entorno de la CUP, ha levantado malestar diplomático este viernes después de hacer pública una convocatoria de huelga estudiantil para el próximo 16 de noviembre hostil con Israel y su guerra contra el grupo terrorista Hamás, que controla la Franja de Gaza. La SEPC ha difundido la convocatoria este viernes informando de que el llamamiento a hacer huelga es para los centros de secundaria de todos los Países Catalanes. «El estudiantat nos movilizamos ante el genocidio y el Apartheid», dicen en su comunicado. Israel ha pedido que se prohíba.
A pesar de no citar específicamente el caso de Catalunya, la embajada de Israel en España ha emitido un comunicado este mismo viernes para denunciar lo que considera que son «actos antiisraelíes» en centros educativos. La diplomacia israelí en España ha manifestado su «más rotunda condena» y su «total indignación» por las «varias huelgas y concentraciones antiisraelíes que se han convocado por parte de centros educativos españoles».
En el mismo comunicado, la embajada de Israel asegura que en el estado español se han producido «numerosos casos de acoso y agresiones contra alumnos judíos e israelíes» y apunta que «es inaceptable que en las escuelas e institutos se adoctrine a los alumnos y se instigue el antisemitismo». El SEPC justifica la convocatoria de huelga por «incremento brutal de violencia y la limpieza étnica en curso» contra el pueblo palestino. «Hace falta solidarizarse con el pueblo palestino y denunciar el ocupación que sufre desde 1948 y la barbarie que se está viviendo allí actualmente», predica el texto de la entidad cupaire. La convocatoria no hace ninguna referencia a la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás contra Israel y que dio inicio de la escalada de violencia.
El «silencio vergonzoso» por la matanza del 7 de octubre
Precisamente, la embajada de Israel critica en su comunicado que «la obsesión antiisraelí» contrasta con «el vergonzoso silencio que se mantuvo en relación con los crímenes contra la humanidad perpetrados por Hamás el 7 de octubre, con cerca de 1.400 personas asesinadas de forma bárbara.» La respuesta de Israel a aquella masacre ha sido una ofensiva que, según algunos cálculos, ya supera a los más de 10.000 muertos palestinos. Israel está encontrando dificultades internacionalmente para obtener comprensión ante la violencia desatada contra el pueblo palestino, especialmente por|para la cifra de niños y niñas víctimas de los ataques. La cifra de muertos|muertes es controvertida porque no todas las instancias internacionales dan crédito a los números que facilitan las autoridades palestinas o Hamás.
Las acciones de protesta en ámbito estudiantil ponen en alerta la embajada de Israel, que considera que «las autoridades educativas tienen la obligación de educar en la tolerancia, de evitar la incitación al odio a las aulas y de poner fin a cualquier manifestación de antisemitismo». En su comunicado reclaman que se tomen medidas para «proteger de cualquier ataque alumnos judíos o israelíes y a los cuales se prohíba la organización y la convocatoria de actos antiisraelíes por parte de los centros educativos».