Marca/Antoni Pons.- El potencial que posee el deporte para transmitir los valores humanos atrae cada vez más el interés de la gente. Al propio tiempo, en Europa ha aumentado considerablemente durante la última década la percepción y el nivel de sensibilización sobre el racismo y la discriminación en el deporte, siendo cada más acuciante la necesidad de emprender acciones en este ámbito.
No obstante, los protagonistas y las partes interesadas en el deporte, a nivel europeo e internacional, confirman esta necesidad de medidas más firmes contra el racismo y la discriminación en el deporte. Y es que, el racismo en el deporte no para. Un nuevo episodio. Esta vez, en el ámbito baloncestístico. Isaac Bonga, la víctima.
Una enfermedad a erradicar
El alero alemán del Bayern de Múnich, de ascendencia congoleña, habla abiertamente sobre los insultos racistas en los partidos de la Bundesliga en el podcast «Open Court«:
«¡Mono! Vuelve a tu propio país. Por citar sólo dos ejemplos. Las palabras son tan fuertes. Algunas personas ni siquiera saben lo duro que estas oraciones pueden golpearte», afirma Bonga. Para Bonga, los insultos racistas son parte de la vida cotidiana: «Desafortunadamente, tengo que experimentarlo regularmente. No es fácil de tratar. Estamos en 2023 «.
La xenofobia y el racismo no son una opinión. Son una enfermedad. Así de simple. Algo a erradicar de manera urgente. Sin embargo, se trata de algo que parece no tener fin.