ABC.- La Guardia Revolucionaria iraní ejecutó en secreto y sin informar a la familia de Milad Zohrehvand, de 21 años en la prisión Central de Hamedan este jueves.
Milad fue herido por los disparos de los guardias durante las protestas en su pueblo de Malayer el 27 de octubre de 2022 y posteriormente arrestado por la Guardia Revolucionaria iraní. El poder judicial del régimen lo condenó a la pena máxima supuestamente por participar en la muerte de un miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica llamado Ali Nazari, y el Tribunal Supremo de los mulás confirmó su sentencia. Según los informes, los fiscales acusaron a Zohrevand de ser uno de los cinco hombres que dispararon a Nazari, mientras se enfrentaba a estudiantes que se manifestaban en la Facultad de Ciencias Médicas de Malayer en octubre del año pasado.
Milad ha sido enterrado este viernes a las seis de la mañana hora local en el cementerio de Bagh Behesht en Hamedan, una ciudad en el oeste de Irán, localizada aproximadamente a 400 km al sudoeste de Teherán, en presencia de solo 20 miembros de su familia y bajo estrictas condiciones de seguridad. Según el Consejo Nacional de Resistencia Iraní, la Guardia Revolucionaria se ha opuesto al traslado del cuerpo del joven a su ciudad natal, donde se han desplegado una gran cantidad de fuerzas de seguridad por miedo a grandes protestas.NOTICIA RELACIONADA
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Otros ocho prisioneros fueron ahorcados los días 22 y 23 de noviembre. El 23 de noviembre, Rasoul Gorgij y Shahmorad Davoudi fueron ejecutados en Mashhad, y el 22 de noviembre, Moslem Jamshidi, Mohammad Andishgo y otros dos encarcelados en la prisión de Qezel Hesar. Ebrahim Zamahriz también fue ejecutado en Tabriz.
«Con estas ejecuciones, Jamenei expone tanto la brutalidad del régimen como su miedo al volcán de la ira popular. Sin embargo, estos crímenes sólo hacen que la voluntad del pueblo y de la juventud rebelde esté más decidida a derrocar», denuncian desde la oposición iraní.
«Insto a la ONU, la UE y sus estados miembros a tomar medidas urgentes para garantizar la libertad de los manifestantes encarcelados y salvar las vidas de los presos condenados a muerte. Deberían poner fin a su silencio e inacción frente a quien posee el récord mundial de tortura y ejecución en el siglo XXI2, ha denunciado en su cuenta de X, Maryam Rajavi, presidenta del Consejo Nacional de Resistencia Iraní.
Las protestas contra el estado clerical de Irán estallaron en septiembre de 2022 tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una mujer de 22 años detenida por la policía moral por supuestamente llevar su hijab de manera «indebida».
Cientos de personas han muerto y miles han sido detenidas en una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad, que han descrito las protestas como «disturbios».
La organización pro-derechos humanos, Hengaw, también denunció estas ejecuciones secretas a varios jóvenes, ya que «no sólo viola el derecho a la vida sino que también infringe flagrantemente los derechos humanos del detenido y su familia», dice en un comunicado. Hengaw aseguró que fue informado de que el cuerpo de Zohrehvand se encuentra ahora en la morgue número uno del mausoleo de Bagh Behesht.
En un informe anterior, esta ONG advirtiendo sobre el peligro para la vida de Milad Zohrevand, donde destacaba la presión ejercida por la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC). El IRGC exigió la ejecución de la sentencia de muerte de Zohrevand sin el consentimiento explícito de la familia de Nazari.
