Heraldo.- El Grupo de Menores de la Policía y la dirección del Instituto de Secundaria Picarral han abierto una investigación para aclarar un posible caso de acoso escolar y abusos sexuales sufridos por una alumna de 14 años del centro que tiene un 33% de discapacidad. Los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional y comunicados al jefe de estudios por la madre de la adolescente la semana pasada. A partir de ese momento, se están instruyendo diligencias y se ha dado traslado de las mismas a la Fiscalía de Menores.
Fuentes del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón confirmaron este lunes que el centro escolar ha activado el correspondiente protocolo y ha ofrecido a la familia distintas alternativas para tratar de resolver la situación de la mejor manera posible.
La madre de la menor explicó ayer a este diario que se enteró de lo que le estaba ocurriendo a su hija a raíz de leer unos mensajes que la chica cruzó con un amigo en Instagram en los que le decía que tres chicos le tocaban los pechos y los glúteos cuando la veían y que en una ocasión la habían agredido.
Relató que el curso pasado la menor ya se había mostrado reacia a ir al instituto y que le había pedido varias veces que la cambiara de centro. «Estaba triste, decía que estaba cansada y se acostaba muy pronto, pero no me explicaba qué le pasaba», dijo. Añadió que el comportamiento durante el verano ha sido normal, pero cambió al volver a clase.
«Cuando le pregunté por el mensaje en Instagram se derrumbó y me contó todo. Me dijo que la acosaban en el recreo y también cuando iba al baño, entre clase y clase. Y que la vez que vino con un ojo morado a casa habían sido esos tres chicos», manifestó la progenitora.
La mujer, nada más tener conocimiento de estos hechos, puso una denuncia ante la Policía Nacional y acudió al instituto para hablar con el jefe de estudios. «Sé que tanto unos como otros están investigando lo que ha pasado, pero no veo bien que la solución que me han dado es que no salga al recreo y se quede sola en una zona apartada del resto y me digan que la cambie de centro», indicó. «No veo justo que los chicos se queden en el instituto y mi hija no. Ahora está sola, no quiere salir, tiene miedo y ya no va con nadie», insistió.
La madre de la alumna reprocha a la dirección que no hayan detectado antes lo que estaba pasando a su hija. «El 27 de septiembre me llamaron para notificarme que le habían puesto falta por no asistir a clase y luego me enteré que lo que había pasado es que había estado seis horas escondida en una clase porque tenía miedo a esos chicos», dijo ayer. Desde el juzgado de Menores han derivado a la menor a una consulta de psicología para que sea atendida y valorar su situación, informó.
Por otra parte, la niña de 10 años que intentó suicidarse hace un mes por otro posible caso de acoso escolar en el colegio Agustín Gericó ya está asistiendo a clase con normalidad en otro centro escolar, junto con su hermano. Las tres investigaciones abiertas (de la Policía, el Departamento de Educación y el colegio) continúan su curso.
Mientras, la niña menor está recibiendo tratamiento psicológico, pero los padres y el hermano, de 12 años, han sido remitidos a las consultas ordinarias de salud mental para que les den cita, algo que ha sido cuestionado por su abogado, Miguel Lanaspa, al entender que deberían ser tratados al mismo tiempo para tener herramientas y saber afrontar el shock que han tenido que vivir.