Al brasileño que mató al menos a tres sin techo lo expulsaron de varias casas okupas
JESÚS HIERRO. ABC.- Los Mossos sugirieron que el brasileño detenido por matar al menos a tres mendigos en Barcelona durante el estado de alarma no estaba en sus cabales. La misma idea comparten algunos vecinos de zona de Las Planas, de Sant Cugat del Vallès, donde aún permanece la caravana, en la que los Mossos continuaban ayer buscando pruebas: «No estaba bien de la cabeza», coinciden en señalar en el vecindario.
Fue allí donde los Mossos lo apresaron la madrugada del lunes al martes, poco después de que este brasileño de 35 años cometiese su último crimen en el centro de Barcelona. Los investigadores indagan si el hombre había actuado antes en otros países. Ahora, desde hacía meses, dormía en esa vieja caravana, estacionada en la calle Miralluny de Las Planas, en la montaña de Collserola, a las afueras de Barcelona. Hacía un par de meses que descansaba en ese vehículo, pero llevaba más tiempo por allí. Según adelantó «El Periódico», este supuesto asesino en serie había estado viviendo antes en casas okupadas de la zona. Según el mismo diario, lo echaron de estas viviendas al ver que no estaba en sus cabales y representaba un peligro para el resto de moradores.
El mismo parecer tienen quienes eran sus vecinos, habituados a verlo merodear por estas calles entre los lindes de Barcelona y Sant Cugat. No sabían su nombre, pues apenas se relacionaba con el vecindario. Y pese a que a veces sus actitudes eran extrañas y hablaba solo -lo que les hacía sospechar de su estado mental-, siempre se había mostrado pacífico, según explican en el lugar donde sería apresado por los Mossos.
Desde allí, y saltándose el confinamiento, este individuo supuestamente se había desplazado hasta el centro para acabar con la vida de al menos tres indigentes. La distancia desde la caravana hasta el entorno donde cometió los asesinatos -las escenas de los crímenes están muy cerca entre sí- es de algo más de diez kilómetros. No ha trascendido cómo se desplazaba; a pie tardaría unas dos horas y media.
Este supuesto asesino en serie, que previsiblemente pasará hoy a disposición judicial, se aprovechó para atacar a los mendigos de que las calles de la capital catalana permanecían casi desiertas por el estado de alarma. Lo hizo en todos los casos de forma repentina y sin que las víctimas pudieran ofrecer resistencia. En tres de los asesinatos les golpeó con una barra de hierro o un objeto similar. Así procedió al menos el 16 y el 19 de abril, días en que mató a un joven de 23 años, en la calle Lepanto, y a un hombre de 60, en la calle Caspe, respectivamente.
Fueron estos dos crímenes cometidos en menos de 36 horas los que hicieron sospechar a los Mossos de que podrían estar ante un mismo autor, pues concidía el «modus operandi». El 19 de marzo se había cometido otro crimen contra un sin techo, pero en aquella ocasión fue con un arma blanca. Ahora, los investigadores indagan si fue también este individuo el autor de aquel primer homicidio. Finalmente fue detenido tras matar a un joven de 32 años cerca de la Sagrada Familia. Los Mossos han extendido la investigación a la muerte el domingo de otro mendigo en un incendio.