Por el momento hay dos detenidos en la capital grancanaria
MANUEL REYES. LA OPINIÓN.- El Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria ha abierto una investigación a tres internautas que sembraron el odio en las redes contra la Policía Nacional el pasado mes de febrero, tras el fallecimiento de uno de sus agentes en los calabozos de la Ciudad de la Justicia.Por el momento hay dos detenidos en la capital grancanaria, de 28 y de 29 años, al tiempo que se realizan gestiones para arrestar a un malagueño de 40 años con antecedentes penales, con la finalidad de tomarle declaración mediante videoconferencia. Este último está relacionado con foros anarquistas y grupos antisistema que han hecho del acrónimo A. C. A. B. uno de sus lemas de vida, en inglés All cops are bastards, todos los policías son unos bastardos.
En la Península se han impuesto en los últimos años varias sanciones por lucir camisetas y bolsos con las siglas A. C. A. B., que proviene de la jerga entre delincuentes y adquirió popularidad en 1982, cuando la banda punk The 4 Skins lanzó una canción con ese nombre. Desde entonces el término ha sido adoptado socialmente por los ultras del fútbol y por movimientos vinculados tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda.
Los dos arrestos se realizaron esta semana. El Juzgado de Instrucción número 8 abrió diligencias tras una denuncia presentada por un sindicato policial y la consiguiente investigación del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional en Las Palmas, con la colaboración de la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación, que asumió el caso al apreciar una intención de marginar socialmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los investigados se encuentran en libertad, pero imputados por un delito de incitación a la violencia contra la policía como grupo social.
Se trata de un delito que viene regulado en el artículo 510 del Código Penal y que ha sido revisado recientemente, con penas de prisión de uno a cuatro años para quien fomente, promueva o incite directamente o indirectamente al odio, a la hostilidad, a la discriminación o a la violencia contra un grupo, una parte de él o contra cualquier persona por la razón de pertenecer a ese colectivo. También se prevé una multa de seis a doce meses, siempre en función de la gravedad de las humillaciones proferidas, el menosprecio y el descrédito causado por la ofensa.
El caso investigado parece especialmente grave porque las burlas están directamente asociadas a un policía que se quitó la vida en los calabozos de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, con comentarios en la red social Facebook que festejaban el trágico suceso, en la línea de «un agente menos» y otras alusiones despectivas hacia la labor policial.
A. J. M. R. , de 39 años, se quitó la vida con su arma reglamentaria en el baño destinado a los policías que está en los calabozos del sótano primero.