SWI.- Unas pintadas antimusulmanas que aparecieron este domingo en un centro islámico de la ciudad francesa de Rennes provocaron en pocas horas declaraciones de condena de esa comunidad religiosa y de las autoridades políticas, así como la apertura de una investigación judicial.
En el origen de todas esas reacciones están una serie de inscripciones insultantes y agresivas con grandes caracteres en las paredes y en las ventanas del Centro Cultural Avicena de la capital bretona, que en 2008 ya fue objeto de una acción similar con cruces gamadas.
En esta ocasión se podían leer mensajes como «Mahoma, profeta pederasta», «Alá, falso dios», «las cruzadas volverán, «la inmigración mata», «Francia eterna», «catolicismo, religión estatal» o «EELV (siglas del partido ecologista)= traidores».
«Los actos antimusulmanes son actos contra la República», subrayó el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, ante la prensa en Rennes, adonde se trasladó para reunirse con los responsables islámicos, a los que reiteró su voluntad de proteger a sus fieles como a los de las otras religiones.
Darmanin recordó que el Estado francés no es confesional, pero también que «la República tiene que proteger a todos sus hijos y en particular a sus hijos musulmanes» porque «atacar un templo, a un templo musulmán, es atacar a la República».
Manifestó «asco» por lo ocurrido, pero insistió en que no hay que generalizar porque a su parecer lo que hay detrás de este acto es «una minoría de extremistas que no representan nada».
El fiscal de Rennes, Philippe Astruc, que ha abierto una investigación por el delito de deterioros motivados por la pertenencia a una religión, indicó en un comunicado que «estos actos que tienen un simbolismo grave vienen a alterar el ejercicio pacífico de la religión y de las actividades culturales de este centro».
En caso de que fueran identificados los posibles responsables y condenados, se les podrían imponer penas de hasta cuatro años de cárcel y 30.000 euros de multa.
Para el presidente del Centro Cultural Musulmán de Bretaña, Mohamed Zaïdouni, con esas pintadas se ha «herido y estigmatizado» a una comunidad musulmana que vive «en buena armonía y respetando los valores universales de la República. Nuestro enemigo es el odio, la ignorancia, la instrumentalización».
El incidente llega a dos días del comienzo del Ramadán en un país particularmente sensible con los conflictos vinculados a la religión musulmana por las olas de atentados yihadistas que ha sufrido (la última el pasado otoño) y por las tensiones con movimientos integristas. EFE
