EFE.- El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha señalado hoy que es necesario llevar a «primer plano» los delitos de odio, como se ha hecho con los de violencia machista, para conseguir que las víctimas denuncien.
«Para concienciar a los medios de comunicación, adoptar una filosofía de tolerancia cero y ganarse la confianza de las víctimas para que reúnan la fuerza necesaria para denunciar», ha argumentado Martínez durante la apertura de un seminario sobre cooperación entre instituciones para mejorar la notificación y el registro de los delitos de odio.
Durante su intervención, el secretario de Estado ha valorado el protocolo de actuación de policial que el Ministerio del Interior puso en marcha en 2014 para dar visibilidad a estos delitos y conseguir erradicarlos.
Los tres pilares básicos de este protocolo son la formación, la protección a las víctimas y la figura del interlocutor social.
Según Martínez, la formación es imprescindible para que un agente pueda detectar e identificar estos delitos, ya que son ellos los que tienen el primer contacto con la víctima.
«Esta formación ambiciosa sirve para que ante determinadas señales como la pertenencia a una minoría, la estética, antecedentes o simbología que pueda exhibir el autor, funcione el detector de alerta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad», ha añadido.
Respecto al segundo elemento, ha explicado que todo lo relativo a la protección de las víctimas «tiene tanta importancia como la propia actuación operativa frente al delito».
Asimismo, ha señalado que su correcta atención «genera un círculo virtuoso que permite incrementar las denuncias»: cuando las víctimas perciben a los agentes como personas que están ahí para ayudarles se animan a denunciar.
Martínez ha subrayado que España ha pasado de ser un país que en 2010 no registraba los delitos de odio a estar entre los cinco primeros países de Europa.
Para ello, ha explicado, la modificación del Sistema Estadístico de Criminalidad ha permitido disponer de datos específicos de 2013 y 2014. «Esta radiografía nos está permitiendo enfrentarnos con eficacia al problema del odio y la intolerancia», ha afirmado.
También ha valorado la incorporación en el protocolo del interlocutor social, tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil, que permite un contacto directo entre las asociaciones que protegen a las minorías y los agentes.