«Todas las latinas sois unas putas», dijo el agresor a unas mujeres en la calle, además de proclamarse «nazi» y gritar «Gora ETA»
ABC.– «Inmigrantes de mierda, a vuestro puto país» o «todas las latinas sois unas putas» fueron algunas de las frases vejatorias por las que un hombre ha sido condenado en Valencia a un año de prisión como autor de un delito de odio hacia los inmigrantes y otro de atentado contra agentes de la autoridad, ya que propinó un cabezazo a uno de los policías que le detuvieron.
La sentencia, dictada el pasado 23 de junio, recoge el acuerdo de conformidad al que llegaron la Fiscalía y la defensa del acusado por el incidente ocurrido el 15 de mayo de 2019, cuando el ahora condenado se dirigió a varias personas extranjeras que se hallaban en una parada de autobús de la plaza del Ayuntamiento.
A continuación, se encaró con una mujer y le preguntó varias veces, «en tono insistente y desabrido», si era española, según consta en la resolución judicial. Como la víctima no contestaba, el acusado se colocó a escasos centímetros de ella, la siguió insultando y con la intención de amedrentarla le dijo: «Soy nazi, viva España».
Otra mujer salió en defensa de la anterior y llamó a la Policía, lo que motivó que el penado la increpara también y llegara a gritarle: «Todas las latinas sois unas putas». El tribunal destaca que el condenado realizó estas manifestaciones con ánimo de menoscabar la dignidad de las víctimas y menospreciarlas por razón de su origen.
«Que os maten»
Cuando la Policía Local acudió y le requirió para que se identificara, el hombre se negó y gritó a los agentes: «A vosotros no os doy nada, que sois unos hijos de puta, ojalá os maten a todos, gora ETA». Al mismo tiempo, propinó un fuerte cabezazo a uno de los agentes en un pómulo y le dio un mordisco cuando era trasladado al coche patrulla.
La sala aplica al acusado la agravante de reincidencia, ya que fue condenado en 2016 por un delito de resistencia, así como una atenuante porque sufre un trastorno depresivo con síntomas psicóticos que alteran levemente sus facultades mentales.
La sentencia establece una pena de seis meses de prisión por un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas (delito de odio), otros seis meses de cárcel por un delito de atentado y una multa de 90 euros por un delito leve de lesiones.
También obliga al condenado a indemnizar con 260 euros al policía al que lesionó y con un total de 1.000 euros por daños morales a las dos mujeres que sufrieron sus improperios.