RICARDO PÉREZ-SOLERO. EFE. ELDIARIO.ES.- Indonesia promueve una reforma del Código Penal que persigue criminalizar el sexo entre homosexuales y otras medidas contra la libertad sexual que, según numerosas ONG, amenazan los derechos fundamentales de toda la población.
Además de contemplar penas de hasta 9 años de cárcel contra la homosexualidad, la propuesta de reforma propone criminalizar actividades como cohabitar sin estar casado, la educación sexual y la distribución de contraconceptivos, según sus críticos.
La filtración de los borradores, que discute el Parlamento desde comienzos de año, reunió en Yakarta la semana pasada en una manifestación a feministas, abogados anticorrupción, papuanos independentistas, familiares de víctimas de tragedias y activistas homosexuales, entre otros.
«La gente piensa que solo afectará a unos pocos, (la prohibición del) sexo extramatrimonial en el nombre de la moral. No saben que Indonesia es muy compleja», dijo a Efe la fundadora del centro de estudios sobre género y sexualidad (SGRC), Ferena Debineva, durante la protesta frente a la Cámara baja.
Por primera vez desde que fue introducido en 1918 por los holandeses, el Código Penal indonesio podría ser reformado de forma general durante el mandato del presidente Joko Widodo, tras décadas de intentos fallidos por parte de las Administraciones anteriores.
Indonesia es el país con mayor población musulmana del mundo, con cerca del 88 por ciento de musulmanes entre sus más de 260 millones de habitantes, que mayoritariamente practican una forma moderada del islam, aunque en los últimos años ha habido un aumento del radicalismo islamista.
A finales de enero, una encuesta reveló que casi el 90 por ciento de los indonesios, incluidos los no musulmanes, consideran que el colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) es una amenaza.
Naila Zakiah, abogada de oficio del instituto de ayuda legal LBH Masyarakat, aseguró que, de aprobarse el Código Penal en las condiciones actuales, «la gente se lo pensará dos veces antes de tener sexo».
Durante una conferencia el miércoles en la capital sobre la reforma legislativa, Zakiah indicó que el artículo 469 criminaliza los «actos indecentes» entre homosexuales con un máximo de nueve años de prisión, según la última versión del borrador de principios de mes.
Además de las enmiendas homófobas, el documento aumenta el castigo y capacidad de denunciar el crimen de adulterio, ya penado en Indonesia con hasta 9 meses de cárcel.
«Si la ley se implementa, más mujeres se casarán con sus violadores y más víctimas de violación no denunciarán», advirtió Zakiah, ya que si no pueden demostrar que son víctimas, podrían ser denunciadas por mantener sexo antes del matrimonio.
Otros de los efectos, según la abogada, será el aumento de embarazos no deseados y mortalidad de las mujeres encintas, el incremento de matrimonios infantiles y la prevalencia de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
El director operativo del la ONG Instituto para la Reforma del la Justicia Criminal (ICJR), Erasmus Napitupulu, consideró durante el evento que la reforma actual «trata de limitar la libertad de expresión en Indonesia, mediante los crímenes de difamación».
Napitupulu dijo que, de los 1251 artículos que incluye el conjunto de leyes en el borrador, 1198 imponen la prisión como su castigo principal, un enfoque punitivo que sobrecargará las ya abarrotadas cárceles indonesias.
Otro de los actores críticos con la reforma del Código Penal es la comisión contra la corrupción (KPK, en indonesio), una respetada institución indonesia que ha llevado a los tribunales, entre otros, al expresidente del Parlamento Setya Novanto.
El subdirector de KPK, Laode Syarif, apuntó en la conferencia que la mayoría de las sentencias por corrupción se han reducido en el borrador de la reforma.
Syarif argumentó que «es muy arriesgado tener al Parlamento hablando sobre la ley contra la corrupción», cuando unos doscientos parlamentarios están siendo investigados en este momento en el KPK.
Aunque Napitupulu aseguró que los artículos que castigan el adulterio y cohabitar sin estar casado con 2 años y seis meses respectivamente están ya aprobados y cerrados, fuentes involucradas en el proceso de reforma aseguran que aún podrían ser discutidas.
Andri Gunawan, asistente del parlamentario Arsul Sani, dijo a Efe que el nuevo Código Penal debe de ser aprobado antes de las elecciones de 2019 o las discusiones comenzarán de cero en la próxima Administración.