EFE.- Un monumento a las diez víctimas de la célula terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), que entre 2000 y 2007 asesinó a nueve inmigrantes y una agente policial, fue inaugurado hoy en la ciudad de Dortmund, en el oeste de Alemania.
El memorial está emplazado en las inmediaciones de la estación de ferrocarril donde en abril de 2006 murió el quiosquero germano-turco Mehmet Kubasik, de 39 años.
Kubasik fue uno de los nueve pequeños comerciantes -ocho turcos y un griego- asesinados por la NSU, cuya única superviviente, Beate Zschäpe, está siendo procesada en Múnich (sur de Alemania) por pertenencia a grupo terrorista, junto con cuatro presuntos cómplices de la banda.
La existencia del grupo salió a luz de forma fortuita en noviembre de 2011, a raíz del suicidio de los dos compañeros de Zschäpe, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, quienes se dispararon en su furgoneta al verse acosados por la policía después de atracar un banco.
Zschäpe se entregó poco después, tras incendiar la casa donde vivían los tres y difundir unos vídeos con la macabra cronología de sus crímenes.
Se conoció así la serie de asesinatos, que las fuerzas de seguridad alemanas habían atribuido a crímenes entre mafias de extranjeros, sin relación entre sí, pese a que todos los inmigrantes fueron ejecutados con la misma arma.
El escándalo por los errores o negligencias policiales costaron el puesto a altos cargos del espionaje y la policía.
El juicio contra Zschäpe se desarrolla en Múnich sin que hasta ahora la principal procesada haya revelado los móviles de sus crímenes.
Los asesinatos de inmigrantes tuvieron lugar en Dortmund, Nuremberg, Hamburgo, Múnich, Rostock, Kassel y Heilbronn, ciudades repartidas por todo el país, en cada una de las cuales se levantará un monumento, todos con la misma inscripción y los nombres de todas las víctimas
