Los vídeos visionados en el juicio muestran a cuatro de los terroristas fabricando un chaleco de explosivos y una habitación llena de la sustancia denominada ‘la madre de Satán’ en la casa de Alcanar
LUIS B. GARCÍA. LA VANGUARDIA.- El juicio por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona) ha comenzado este martes en la Audiencia Nacional con tres acusados que se enfrentan a una petición fiscal de entre 8 y 41 años por su presunto papel en la célula que acabó con la vida de 16 personas y causó heridos a 140. En él juzga a dos presuntos integrantes de la célula terrorista, Mohamed Houli y Driss Oukabir, así como a un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de preparar los atentados, y el proceso ha comenzado con el visionado de varios vídeos y fotografías en los que se ve a miembros del grupo terrorista preparando explosivos en la casa de Alcanar.
A petición de la fiscal Ana Noé, la Sala ha asistido al visionado de esa documentación gráfica en la que Mohamed Houli aparece junto a Mohamed Hichamy, Younes Abouyaqooub y Youssef Aalla, los tres fallecidos, manipulando explosivos y justificando sus acciones. También se han reproducido las declaraciones que prestó ante el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 Fernando Andreu, con las que Ministerio Público quería resaltar las contradicciones que ha presentado Houli en sus declaraciones previas a la vista oral. La Fiscalía solicita para Houli la pena más alta para los tres acusados, 41 años de cárcel por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos, y conspiración para cometer estragos terroristas.
“¿Está grabando? que miren, que miren cómo hemos hecho (…) que miren cómo van a sufrir”
Es Houli quien graba a sus tres compañeros. Se ve una habitación de la casa de Alcanar en la que Hichamy, Abouyaqooub y Aalla se encuentran sentados, juntos, elaborando explosivos, ultimando un chaleco con cargas. “¿Está grabando? que miren, que miren cómo hemos hecho (…) que miren cómo van a sufrir”, dice unos de ellos. Después se enfoca a Aalla, que sostiene una carga mientras se dirige a cámara para decir: “Esto para que sepáis que el musulmán tiene la dignidad y la fuerza con el poder de Dios. Eso para vosotros (…)”.
La gran mayoría de las frases que lanzan los terroristas son mitad en castellano mitad en árabe, pero un traductor en la sala ha ayudado a conocer lo proferido por los miembros de la célula que aparecen en las grabaciones. Luego es Hichamy, que junto a otros cuatro terroristas fue abatido en Cambrils tras matar a una mujer, quien toma la palabra para decir: “Alá nos ha escogido entre millones de hombres para haceros llorar sangre”. Y luego vuelve a ser Aalla quien habla para señalar que “Alá nos ha prometido el paraíso, y a vosotros el infierno”. Vuelve a ser Hichamy quien se muestra provocador: “Venid, venid. Os vais a arrepentir de haber nacido”, y luego se pronuncia en catalán: “Sobre tot vosaltres, Mossos d’Esquadra (“sobre todo vosotros, Mossos d’Esquadra”)”.
“Venid, venid. Os vais a arrepentir de haber nacido, sobre tot vosaltres, Mossos d’Esquadra”
Entre algunas sonrisas, Houli sigue grabando y es ahora Abouyaqooub, el terrorista de la Rambla abatido días después por los Mossos, quien se dirige a la cámara para señalar en árabe que, “con la ayuda de Dios, vamos a proteger nuestra religión. Gracias a Dios, el más alto”.
Luego, Houli redirige la cámara hacia otra estancia de la casa de Alcanar. Abre la puerta para mostrar lo que hay en el interior. esparcida por el suelo hay una gran cantidad de una sustancia blanca. Mientras profiere mientras muestra el contenido de la habitación la certeza de que “esto nos abrirá las puertas del bien y del paraíso”. Lo que se supone que muestra el terrorista es el explosivo conocido por las siglas TATP y apodado ‘la madre de Satán’, ha sido utilizado de forma recurrente por el Estado Islámico. Se trata de una grandísima cantidad de esta peligrosa sustancia que aparece por todo el suelo de la estancia, suficiente como para hacer desaparecer la casa por completo, como así fue finalmente.
Esto, hermanos, es muy fácil de hacer, lo único que hace falta es fe en Dios y tener un odio exagerado… Esto no supera los 15 euros… Entre 15 y 20 euros”
Después, las imágenes muestran de nuevo la habitación en la que están los tres terroristas preparando el cinturón de explosivos. Abouyaaqoub vuelve a hablar para alardear de lo fácil que es fabricar el arma mortal que tienen entre manos: En nombre de Dios vamos a empezar. Esto, hermanos, es muy fácil de hacer, lo único que hace falta es fe en Dios y tener un odio exagerado… Esto no supera los 15 euros… Entre 15 y 20 euros”. Es Houli quien, riendo, señala: “Y hace mucho daño”, algo que Abouyaaqoub corrobora.
Luego es Hichamy quien prosigue en la misma línea, mostrando uno de los cartuchos. “Esto es una granada de mano improvisada, pero que hace su trabajo. El presupuesto de cada una no sé cuánto es porque lo he traído de mi trabajo, con cosas, y lo he trabajado ahí justo delante de vuestros aliados, y veían cómo los hacía. Con vuestro dinero os prepara para mataros. El problema los tenéis vosotros, no nosotros. Cada gramo de este hierro se os va a meter en vuestras cabezas, en las de vuestros hijos o en la de vuestras mujeres. Con el permiso de Dios”.
“El problema los tenéis vosotros, no nosotros. Cada gramo de este hierro se os va a meter en vuestras cabezas, en las de vuestros hijos o en la de vuestras mujeres. Con el permiso de Dios”
En otro vídeo aparece de nuevo Abouyaaqoub con el resultado del quehacer de los tres, un cinturón repleto de cargas explosivas que ya lleva adherido al cuerpo. Se supone que es Houli quien, cámara en mano pregunta: “¿Qué hace esto?”, lo que Abouyaaqoub responde: “Esto hace bum ”. “Faltaría algo de metralla”, opina Houli, pero acto seguido da su aprobado: “Ahora está bien. Te queda bien”.
Houli ante el instructor: “No estoy a favor de lo que hace esta gente”
En otro vídeo emitido en el juicio se ve a Houli declarando ante el juez instructor, desmarcándose de las acciones terroristas y asegurando que su actuación, grabando en la casa de Alcanar, no era voluntaria. El acusado trató de convencer al juez de que grabó coaccionado y bajo los efectos de alguna sustancia que le habrían echado en la comida, porque estaba “muy relajado”, pero que no comulga con “lo que piensa esta gente”. Se trata de una grabación anterior a la explosión producida en esta casa de Alcanar la noche del 16 de agosto de 2017.
De hecho, Houli recuerda que esas imágenes se graban después de que les llamara el imán de Ripoll y les dijera “lo del cinturón”. “Fue después de comer. Cuando acabé de comer me notaba relajado”, sostiene, pero “todo estaba preparado: cómo tenía que grabar, lo que tenía que decir…” porque si no lo hacía, se arriesgaba a que le matarán, dijo. “Yo no estoy a favor de lo que hace esta gente”, resalta.