La nueva ley del Gobierno de Viktor Orban ha desatado una oleada de protestas de movimientos en defensa de los derechos humanos en Budapest
REUTERS.- Polémica ley en Hungría. Una nueva –y dura– enmienda constitucional que prohíbe a las personas sin hogar dormir en las calles ha entrado en vigor este lunes en Hungría en medio de una oleada de protestas organizadas por grupos en defensa de los derechos humanos tildan la ley de exactamente lo contrario: de ser “inhumana”.
La ley autoriza a la policía a ordenar a las personas sintecho para que se desplacen a algún refugio. Si desobedecen tres veces en un período de 90 días, la policía puede detenerlos y destruir sus pertenencias personales. El Gobierno del primer ministro Viktor Orban ha argumentado que la nueva ley pretende proporcionar condiciones de vida adecuadas para las personas sin hogar y ha reservado dinero para ayudarlos.
Sin embargo, Gabor Ivanyi –que lidera el grupo Oltalom (Refugio) que opera refugios para personas sin hogar con 600 camas en Budapest– ha advertido que el Ejecutivo no había llevado a cabo un diálogo adecuado con las organizaciones de caridad antes de aprobar la medida. “Esta ley sirve para asustar a las personas sin hogar y hacer que huyan de las calles”, ha lamentado Ivanyi. “Están asustados y no saben qué hacer ahora. No sabemos qué pasará mañana”, ha agregado.
“Ayuda adicional” en lugar de “derechos adicionales”
Este lunes por la mañana los sintecho casi habían desaparecido en el centro de Budapest, donde acostumbran a estar presentes. El Gabinete de Orban asegura que ha asignado cerca de 9.000 millones de forints (27,9 millones de euros) para atención a personas sin hogar en su presupuesto de 2018 más cerca de un millón de euros adicional para ampliar las capacidades de alojamiento. “Creemos que debemos brindar ayuda adicional y no derechos adicionales a las personas sin hogar”, ha defendido la secretaria de Estado húngara, Bence Retvari.
El domingo, alrededor de 500 manifestantes se manifestaron en contra de la ley fuera del parlamento húngaro. “Creo que esto es vergonzoso (…) que criminalizan la situación imposible e indefensa en la que se encuentra esta gente”, reprochaba Agnes Merenyi, una de las manifestantes.Un grupo activista llamado Varos Mindenkie (Lla ciudad es para todos) ha criticado la enmienda constitucional en una declaración: “Permite a las autoridades perseguir a las personas más indefensas con una gama más amplia de herramientas policiales a partir del 15 de octubre”.
El mes pasado, el Parlamento Europeo ya votó a favor de sancionar a Hungría por burlar las reglas de la Unión Europea sobre democracia, derechos civiles y corrupción en un movimiento que el Gobierno de Orban dijo que era un intento de castigar a Budapest por su postura contra la migración.