EFE.- El Gobierno conservador nacionalista de Hungría ha anunciado los preparativos para construir una valla de cuatro metros de altura a lo largo de su frontera con Serbia, para frenar la inmigración ilegal.
«Hungría no puede esperar más», manifestó en Budapest el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, en declaraciones a la prensa, y precisó que la verja de alambrado tendrá una longitud de unos 175 kilómetros.
Con unas 53.000 personas, Hungría es uno de los países europeos que más inmigrantes ilegales ha registrado en lo que va de año, en su mayoría procedentes de Oriente Próximo y Kosovo.
Szijjártó añadió que el Gobierno ha ordenado al Ministerio del Interior tomar las medidas de preparación de aquí al 24 de junio, aunque no especificó cuándo se iniciaría la construcción.
«Hungría no hiere ninguna de sus obligaciones legales, ni acuerdos internacionales», destacó el ministro y recordó que otros países de la UE también «defienden sus fronteras» con alambradas.
Szijjártó aludió a las fronteras que tienen Grecia y Bulgaria con Turquía y añadió que «también ciudades españolas en el norte de África se defienden así frente a la presión migratoria».
El ministro señaló que a nivel europeo «el camino hacia la solución parece ser larga», al tiempo que advirtió de que «Hungría no puede esperar más», por ser «el país más afectado en la UE».
El Gobierno magiar lanzó hace varias semanas una controvertida campaña contra la inmigración.
Primero envió a todos los hogares del país un cuestionario en el que pide la opinión ciudadana sobre la inmigración ilegal, con preguntas que -según los críticos- sugieren una vinculación directa entre este fenómeno y el terrorismo.
Además, se colocaron en las calles carteles en idioma húngaro en los que se advierte a los inmigrantes que deben respetar la cultura y las leyes del país, y que no podrán quitarle el trabajo a los residentes locales.
Los países de la UE discuten desde hace semanas cómo frenar la ola migratoria desde África y Oriente Próximo, que llega al continente a través del Mediterráneo y a través de los Balcanes.
El controvertido primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha calificado como «una locura» la propuesta comunitaria de crear un sistema de cuotas para repartir mejor entre los países a los inmigrantes que buscan asilo político en Europa.