EFE.- El Gobierno de Hungría advirtió hoy de que abandonará el Pacto Mundial sobre la Migración de la ONU, que se espera sea aprobado el próximo septiembre, si el texto final no se adecúa más a sus intereses.
Según el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, la Declaración de Nueva York, el texto que sirve de fundamento al futuro acuerdo, «describe la inmigración como algo bueno e imparable. No estamos de acuerdo con esto».
«La Declaración de Nueva York es contraria a los intereses húngaros», afirmó Szijjártó ante la prensa en relación al documento firmado en septiembre de 2016 en el que 193 países se comprometían a negociar una serie de medidas para garantizar movimientos migratorios más «seguros, ordenados y legales».
Recordó que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, defiende la inclusión de los refugiados en los lugares de acogida, lo que, a juicio de Szijjártó «limita la soberanía de los países miembros de la ONU».
Hace dos semanas, Guterres recomendó a los Estados ricos abrirse a la inmigración, pues de lo contrario, advirtió, sufrirán un retroceso de población y económico y no conseguirán impedir la entrada de inmigrantes, ya que estos lo seguirán haciendo de forma irregular.
Estas recomendaciones figuran en un informe presentado por el secretario general a la Asamblea General y servirá de base para la negociación este año del Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada.
Pese a que funcionarios de Naciones Unidas subrayaron que el pacto no será vinculante, Szijjártó afirmó: «Si un país es miembro de la ONU debe cumplir lo aprobado, y nosotros no queremos eso».
«Si el proyecto que se presente (el 5 de febrero) sigue siendo proinmigración, abriremos el proceso de salida» de las negociaciones, enfatizó.
El pasado diciembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya anunció su abandono del pacto, con el argumento de que el proyecto no concuerda con las políticas de Washington sobre inmigración y refugiados.
Ahora los países miembros elaborarán el texto del acuerdo cuyo objetivo es establecer una serie de principios comunes, más allá de las leyes nacionales, que garanticen los derechos de los migrantes y la responsabilidad compartida entre diferentes gobiernos nacionales, regionales y locales.
El Ejecutivo nacionalista de Hungría se opone categóricamente a la inmigración y rechaza el sistema de reubicación de refugiados entre los países miembros de la Unión Europea, por lo que Bruselas lo ha denunciado ante el Tribunal Europeo.