LEVANTE EMV.-El agente fue a intervenir en una reyerta entre varios jóvenes y acabó con una pierna rota.
«Estábamos en una barrera y, de repente, nos rodearon y empezaron a pegarnos». Es lo que cuenta uno de los jóvenes detenidos el sábado en Picassent tras la pelea que se saldó con un policía local herido y dos arrestados. «Era un grupo de entre 15 y 20 chicos que la emprendieron a golpes y, luego, cuando se llegó la Policía Local y la Guardia Civil, echaron a correr y se escabulleron».
Tanto él como su amigo fueron detenidos y, según la madre del joven, un vecino de Alcàsser que prefiere mantener su anonimato, «tienen el cuerpo lleno de golpes, primero de la paliza que les dieron los otros chicos y, luego, de los golpes de la Policía Local y la Guardia Civil».
La mujer, que asegura que va a presentar «una denuncia contra los agentes» que participaron en la detención de su hijo y que, según ella, «se ensañaron con él», afirma que el joven tiene «una ceja rota, heridas en la nariz, el oído, una pierna y muchísimos moratones en la espalda», como así «demuestra el parte de lesiones».
«Mi hijo -agrega la mujer- no agredió a ningún policía. Fue a ayudar a su amigo, a quien estaban dando una paliza varios jóvenes de Picassent, y se encontró no sólo con los golpes de los demás, sino con los de la Policía Local y la Guardia Civil».
Su versión de lo que ocurrió
Todo comenzó, según el relato de este joven y su madre, cuando tanto él como un grupo más extenso de amigos fueron a Picassent para participar en la celebración de la ‘eixida de bous’ prevista para las 20.00 horas del sábado. «Se pusieron en una barrera donde se suele colocar gente de Alcàsser -cuenta la madre del joven detenido- y, de repente, apareció un grupo de entre 15 y 20 chicos de Picassent que los rodearon y la emprendieron a golpes» con el amigo de su hijo.
«Él fue a ayudarlo porque lo estaban apaleando y se llevó patadas y puñetazos -añade la madre-, pero al llegar los agentes, los demás echaron a correr y ni la Policía Local ni la Guardia Civil fueron detrás de ellos, sino que la emprendieron con mi hijo».
«Los perjudicados fueron mi hijo y su amigo cuando, en realidad, habían sido las víctimas de los demás. No son delincuentes y, sin embargo, son los que acabaron detenidos», se queja.
Los hechos ocurrieron el sábado por la tarde, cuando se desató una pelea entre jóvenes de Picassent y de Alcàsser. Las patrullas mixtas de Policía Local y Guardia Civil que se encargan de la vigilancia en las fiestas taurinas en honor de Sant Cristòfor, acudieron inmediatamente a mediar y separar a los contendientes. El primer agente que llegó, un policía local, acabó en el suelo con una pierna fracturada y una posible rotura de tobillo. El policía municipal tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro hospitalario donde hoy debían valorar la conveniencia o no de operarlo de sus lesiones.
El resto de agentes que actuó en la reyerta detuvo a dos jóvenes y el Ayuntamiento de Picassent optó por suspender el festejo. El consistorio ayer emitió un comunicado condenando las actitudes violentas y hoy de nuevo fuentes municipales han pedido «sentido común» durante las fiestas. La alcaldesa, la socialista Conxa García, también condenó ayer este tipo de actitudes violentas y reclamó poder disfrutar de los festejos «en paz y armonía, como siempre ha sido y como siempre debería ser».
