La Vanguardia.-Madrid, 18 abr (EFE).- Un hospital público madrileño ha acordado la incorporación de una técnica de cuidados auxiliares en enfermería después de admitir «indicios de conducta discriminatoria» al haberle pedido un coordinador del centro un documento sobre antecedentes tras preguntarle si era gitana.
La trabajadora y el centro llegaron a un acuerdo ratificado el pasado 15 de marzo por el Juzgado de lo Social después de que la Fundación Secretariado Gitano denunciase lo ocurrido por considerarlo una vulneración de los derechos fundamentales, según ha explicado a Efe un portavoz de esta asociación.
La joven había acudido al hospital para cubrir una sustitución de un mes y tras hacerle una entrevista le comunicaron que sería contratada tras dos días de formación. En la primera jornada el coordinador le preguntó primero si era «seguro» que era «nacida en Sevilla» para preguntar finalmente si era gitana.
Tras responder que sí, y según narra Secretariado Gitano en un comunicado, el coordinador cambió su actitud «completamente» y le pidió un certificado de antecedentes penales que, según comprobó la joven, no se pidió a otras compañeras.
Finalmente la joven, que no fue contratada, contactó con la Fundación, a la que relató unos hechos por los que estaba «desconcertada y triste».
Esta fundación judicializó el caso al entender que atentaba gravemente contra derechos fundamentales como son la Igualdad de trato, el Derecho a la no discriminación y el respeto a la Dignidad de todas las personas.
Finalmente, las partes llegaron a un acuerdo donde además de reconocer los «indicios de conducta discriminatoria» se incluía la contratación de la joven por más de tres meses y la apertura de un expedienta a este coordinador, que finalmente fue despedido.
Una portavoz de FSG ha valorado la «buena disposición» por parte del hospital para alcanzar un acuerdo, reconocer los indicios de discriminación y resarcir a la víctima de los mismos. EFE