Una ‘influencer’ difunde fotos de usuarios de aplicaciones de citas
MARC FERRÁ. LA VANGUARDIA.- El colectivo LGTBI marroquí está en alerta tras la difusión en redes sociales de fotos de usuarios de aplicaciones de citas utilizadas habitualmente por homosexuales. Se trata de una campaña que “pone en riesgo” a las personas cuya identidad ha sido revelada, según denuncian varias entidades de defensa de los derechos humanos.
“Hay mucho miedo. He recibido cientos de mensajes de jóvenes pidiendo ayuda porque han quedado expuestos. Algunos de ellos estaban siendo chantajeados, otros fueron expulsados de sus casas y muchos de ellos comenzaron a vivir con miedo a que sus fotos fueran difundidas”, explica el joven escritor marroquí Hisham Tahir.
Esta campaña, iniciada por una popular influencer marroquí a través de Instagram a mediados de abril, preocupa mucho a todo el colectivo LGTBI dentro y fuera del país porque deja a muchos homosexuales en una situación mucho más complicada. La mayoría viven su sexualidad en secreto por temor a sufrir discriminación o tener problemas con la justicia.
Víctimas en situación vulnerable
La persona que animó a iniciar la difusión de estas fotografías es una mujer transexual, Naoufal Mussa, más conocida en las redes sociales como Sofía Talouni, y que actualmente vive en Turquía. En su Instagram cuenta con más de medio millón de seguidores en Marruecos y otros países del Magreb. En un vídeo en directo pidió a sus seguidores abrirse perfiles falsos en las aplicaciones para ligar que habitualmente utilizan los homosexuales para “desenmascararlos”, según defendía. Pocos días después, casi un centenar de fotos de marroquíes que utilizan estas aplicaciones están circulando por internet.
Según relatan varias personas entrevistadas y entidades, la difusión de las identidades de homosexuales coincide con el confinamiento obligatorio y, por tanto, muchas de las víctimas se encuentran en una situación mucho más vulnerable. No pueden salir de casa, tienen que convivir con su familia y con muy pocas posibilidad de pedir ayuda o intentar salir de su ciudad o del país.
“Revelar las identidades de personas del colectivo LGTBI supone exponerlas a amenazas, acoso y persecuciones continuas por parte de la sociedad y autoridades marroquíes, especialmente en un momento en el que estas personas conviven con sus familias durante el confinamiento”, relatan diferentes colectivos en defensa de los derechos humanos y LGTBI, como el español Kifkif.
Muchos marroquíes también han usado internet para expresar su solidaridad y apoyo a todas las víctimas
Varias organizaciones de Marruecos también han pedido la suspensión de la cuenta de Instagram de Moussa y su expulsión de esta red social por incitar al odio. En un comunicado conjunto explican que sus acciones “han sido realmente peligrosas y perjudiciales para toda la comunidad LGTBI”, además denuncian que en las últimas semanas se han incrementado los delitos y el odio contra las personas homosexuales en Marruecos.
Muchos marroquíes también han usado internet para expresar su solidaridad y apoyo a todas las víctimas. Activistas y usuarios a favor de los derechos de gais y lesbianas han hecho piña para combatir estos ataques. Ejemplo de ello es el Colectivo 490, muy implicado en la lucha por los derechos individuales en el país, el cual ha emitido varios vídeos en directo por Instagram, con centenares de espectadores, para hablar de esta cuestión con expertos y referentes.
Remok, un joven marroquí de Rabat, explica por videollamada que la comunidad LGTBI se está enfrentando a un “ataque masivo de odio y discriminación no sólo por parte de las personas presentes en las redes sociales, sino también en gran parte de sus hogares. Se sabe que muchos son homosexuales y sus familias no lo aceptan”. También explica que algunos han sido expulsados de sus casas. La homosexualidad es un tema tan tabú como delicado en Marruecos. El hecho de ser gay o lesbiana no está castigado por la ley pero sí lo están las relaciones sexuales entre dos personas del mismo sexo, el Código Penal las califica como “actos contra natura”, y están penadas con condenas de hasta tres años de prisión.
“Esta campaña de odio y ataques homófobos siempre ha existido y existirá durante mucho tiempo. Se trata de cómo se educa. Y desafortunadamente nunca nos han enseñado nada sobre sexualidad en la escuela”, dice Remok. Hisham Tahir también afirma que nunca ha presenciado “algo tan grande, tan rápido y proveniente de una persona de la comunidad LGTBI”, en referencia a la influencer marroquí que inició esta campaña.