Los actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA han aumentado en lo que va de año un 147 % respecto a 2017
ELDIARIO.ES.- ETA se ha disuelto, pero su sombra en Euskadi sigue siendo muy alargada. Los homenajes públicos a terroristas a su salida de prisión o a quienes estuvieron «vinculados» con la organización, fiestas populares en las que se ensalza a la banda terrorista, pintadas……son los coletazos del terroristmo. Y el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) se ha encargado de poner cifras a esos coletazos. Según Covite, en lo que va de año se eha producido un aumento «exponencial» del 147 % de los actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA respecto a 2017. «Estos actos no solo son contrarios a la Ley vasca de reconocimiento de las víctimas del Terrorismo, sino que también suponen una gravísima afrenta y humillación a las víctimas del terrorismo», ha denunciado su presidenta, Consuelo Ordóñez, durante una comparecencia en el Parlamento vasco.
Mientras en 2016 se documentaron tres actos de enaltecimiento, en 2017 y 2018 la escalada no ha tenido fin. En 2017 Covite documentó 76 actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA: 48 homenajes a terroristas, 12 jornadas de homenaje a la trayectoria de ETA, diez fiestas populares en las que se hizo referencia explícita a ETA, y seis pintadas o pancartas en las que se agradece a la banda su trayectoria.
En 2018 se ha incluido una nueva categoría para las manifestaciones a favor de la excarcelación de los presos de ETA, «un signo de que no se está deslegitimando la trayectoria criminal de ETA» porque «si esas personas están encarceladas, es porque han cometido una serie de crímenes y la Justicia tiene que ir a su ritmo», reprochan desde Covite.
Así, a lo largo de este año el Colectivo de Víctimas del Terrorismo ha contabilizado 59 homenajes a miembros de ETA, 27 fiestas populares en las que se ha hecho referencia explícitaa ETA y se han encontrado 50 pintadas y pancartas en las que «se le da las gracias a ETA por su lucha».
«El País Vasco», ha lamentado Ordoñez, «es el único rincón de Europa donde sistemáticamente se enaltece a terroristas orgullosos de serlo. Se trata de actos humillantes y vengonzosos».
La presidenta de Covite ha dicho que no cree que se organice una bienvenida a los presos de ETA que han seguido la ‘vía Nanclares’ y están arrepentidos. «Esta es la prueba de que con estos actos se trata de honrar a ETA, a su trayectoria criminal y a quienes han ejercido el terror en este país».
Hace unos meses, el Parlamento vasco rechazó los homenajes a presos de ETA. Mientras, la ley vasca de reparación de las víctimas del terrorismo en su artículo cuatro establece que los Poderes Públicos vascos «velarán por que las víctimas sean tratadas con respeto a sus derechos y adoptarán medidas apropiadas para garantizar la seguridad, el bienestar físico y psicológico y la intimidad de las víctimas, y en particular, para prevenir y evitar la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o sus familiares».
«No hay más actos»
El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha dado la réplica a Consuelo Ordoñez. Según él, no existe un «recrudecimiento» de los actos de enaltecimiento a ETA porque «son cada vez menores» y espera que ésta «siga siendo la tendencia».
También ha señalado que los expresos de ETA son personas que han cumplido sus condenas y que se les recibe en el pueblo. «No se les recibe por su curriculum delictivo, sino porque han estado alejados de sus localidades. No hay voluntad de humillar».
Desde Elkarrekin Podemos, Pili Zabala –hermana de Joxi Zabala, asesinado por los GAL– ha afirmado que el sentimiento que las víctimas del terrorismo padecen es «similar» al que padecen las víctimas de otro tipo de violencias, y ha subrayado que existen otro tipo de homenajes que «también humillan a las víctimas», citando el acto en el que participó el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, «enalteciendo» al general Rodríguez Galindo, condenado en el caso Lasa-Zabala.
Zabala ha mostrado su «solidaridad» con Covite y ha defendido que es necesario «intentar abrir un camino para trabajar en común, intentando desarrollar nuevos escenarios, superar hostilidades y momentos en los que nos han herido, humillado y remictivizado» y ha recordado que «las víctimas del terrorismo de Estado no tienen ninguna ley que las ampare».