Stefan Balliet, detenido por el ataque a la sinagoga de Halle, que se saldaba ayer con dos víctimas mortales y varios heridos graves, se grabó un vídeo de 35 minutos donde señalaba a los judíos como «la raíz de los problemas» de Occidente
ROSALÍA SÁNCHEZ. ABC.- Entre interminables minutos de silencio ante numerosas sinagogas alemanas y bajo la lluvia de múltiples reacciones de condena y condolencias, Alemania accede esta mañana al contenido del vídeo grabado por Stefan Balliet, detenido por el ataque a la sinagoga de Halle, que se saldaba ayer con dos víctimas mortales y varios heridos graves. Por medio de una cámara adherida al casco con el que cubría su cabeza, realizó una grabación del ataque durante 35 minutos y 28 segundos y que era retransmitida en directo a través de una plataforma de internet. Antes de lanzarse contra los judíos que se disponían a celebrar el Yom Kipur, se grabó a sí mismo a la entrada del distrito de Paulus de Halle, donde se encuentra la sinagoga, en una especie de manifiesto explicativo de lo que estaba a punto de cometer. «Hola, mi nombre es Anon», se presenta utilizando un seudónimo, «y creo que el Holocausto nunca sucedió».
Tras una diatriba contra la inmigración y contra el feminismo, que identifica como las causas del declive de Occidente, señala que «la raíz de todos estos problemas es el judío» y lanza una invitación macabra al espectador: «¿Queremos ser amigos?». En las imágenes se aprecia su risa burlona, sus manos cubiertas por gruesos guantes verde camuflaje y mientras conduce el automóvil hacia su objetivo va hablando consigo mismo, a veces en alemán y a veces en inglés, en un agresivo diálogo interno. «Se van a cagar», «nadie espera internet SS, pero aquí está», «no, ¡joder! ¡joder! ¿Pero qué pasa ahora?», se queja ante un semáforo en rojo. De fondo, se escucha música, aparentemente un rap estadounidense.
El vídeo recoge cada uno de los disparos, comentados todos ellos en el mismo tono. Cuando el grupo de judíos se parapeta detrás de la puerta de la sinagoga para protegerse, comienza a disparar con rabia contra el cierre al mismo tiempo que asegura «vamos a hacer estallar esto». Abre la puerta del automóvil, en el que se puede ver una caja con botellas y un cubo y lo que parecen granadas de mano. Saca un objeto plateado, aparentemente un dispositivo explosivo, y lo empuja por la rendija de la puerta. Poco después, se puede escuchar una explosión.
«Joder. Mierda. Jodidos judíos. No puedo entrar aquí». Regresa al coche, dispara de nuevo sobre los muertos e insulta con odio al cadáver de la mujer tendido en el suelo de la acera. Está ya jadeando cuando emprende la huida al volante. Los limpiaparabrisas están encendidos, aunque no llueve. A partir de aquí predomina ya la impresión de nerviosismo y confusión. Se escuchan suspiros, insultos. «Maté a algunos, intenté matar a algunos. ¡Oh! Ahora me muero. Como el perdedor que soy. Joder. Maté a un par, lo intenté…».
Este vídeo fue difundido en directo durante 35 minutos en Twitch y visto en ese momento por cinco personas, según ha informado la plataforma, aunque la policía alemana informa que 2.200 personas vieron después la versión grabada, antes de que el sitio web la eliminara. El vídeo se compartió de «forma coordinada», a través de los servicios de mensajería de terceros. Según Twitch, la cuenta en la que el tirador emitió su ataque fue creada hace unos meses. Por este motivo sólo había habido un intento de transmisión en vivo antes del ataque. «Nos hemos movilizado lo más rápido posible para eliminar este contenido y suspenderemos todas las cuentas que publiquen o reposten imágenes de este abominable acto», ha garantizado una portavoz de Twitch.
Alemania se enfrenta, a través de estas imágenes, a sus más crueles fantasmas. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó anoche su solidaridad con la comunidad judía al acudir a una concentración ante la histórica sinagoga de Berlín. «Tenemos que plantar cara de forma decidida y contra toda forma de antisemitismo», apuntó desde su cuenta en Twitter el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, donde difundió las imágenes de la canciller alemana en el céntrico templo judío de la Oranienstrasse berlinesa. Seibert había expresado ya antes, en esa red social, la solidaridad del Gobierno alemán con la comunidad judía «en esta fiesta de Yom Kipur» y los mensajes de condena desde todos los ámbitos de la sociedad alemana son incontables. La Fiscalía Federal ha asumido la investigación del atentado y se centrará en estudiar las conexiones personales y virtuales del detenido, con el objetivo fundamental de establecer si actuó de forma aislada y por propia iniciativa o si pertenece a algún tipo de estructura que alienta estos crímenes.