DOS MANZANAS.- Según informa Amnistía Internacional, las oficinas del colectivo haitiano de defensa de los derechos LGTB Kouraj han sido asaltadas. Dos de los miembros del colectivo fueron golpeados por los asaltantes, que además robaron material informático con información altamente sensible.
Tres hombres, armados con pistolas y machetes, irrumpieron en la sede del colectivo Kouraj (cuyo nombre significa “Valor”) la semana pasada. Kouraj se autodefine como “la primera y única organización militante LGTB haitiana en Haití”, y explica que su labor consiste en “realizar acciones de comunicación y sensibilización, con el objetivo primordial de difundir el activismo dentro de las comunidad LGTB en Haití, para conducir la lucha de todas las personas LGTB por el respeto de sus derechos humanos, cambiar las mentalidades y combatir los prejuicios generalizados en la sociedad civil haitiana”.
Los asaltantes golpearon y ataron a dos de los activistas presentes en las oficinas de Kouraj, profiriéndoles insultos homófobos y asegurando que no permitirían que el centro siguiera operativo. También robaron dos ordenadores portátiles que contenían información sensible sobre miembros del grupo, con el evidente temor a sufrir ataques de mayor gravedad.
El asalto se suma a la ola de violencia desatada contra la comunidad LGTB desde mediados de este año, que puede calificarse de auténtico pogromo contra la población homosexual. Todo comenzó con una manifestación promovida por grupos religiosos contra el matrimonio entre personas del mismo sexo que tuvo lugar el 19 de julio y que, según medios locales, concluyó con el asesinato de dos hombres identificados como homosexuales. Posteriormente ocurrieron decenas de violentos ataques, de los que informamos a principios de agosto. Muchas víctimas necesitaron asistencia hospitalaria, mientras que otras sufrieron daños en sus viviendas, incendiadas y/o saqueadas.
La situación alcanzó tal gravedad, que tanto el presidente de Haití, Michel Martelly, como el primer ministro, Laurent Lamothe, condenaron los ataques, y desde el Ministerio de Justicia se amenazó a los violentos con intervenir. También la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció a través de un comunicado oficial (que puedes leer en castellano pinchando aquí).
Todo parecía haberse calmado, hasta que el 10 de agosto se produjo el ataque a una ceremonia privada de compromiso entre un ciudadano británico y su novio haitiano por parte de una multitud de decenas de personas, armadas con piedras y cócteles molotov. En esta ocasión, las fuerzas del orden intervinieron a tiempo de impedir que alguno de los participantes en la ceremonia fuera asesinado a manos de la horda homófoba, aunque se produjeron graves daños materiales.