El Correo. – La Ertzaintza detuvo a un individuo en los desórdenes públicos, que se produjeron antes y después de los partidos en Miribilla
Hinchas del equipo israelí del Hapoel Holon, desplazados a Bilbao el fin de semana para presenciar la Final Four de la Champions League de baloncesto que se celebraba en el pabellón de Miribilla, se enfrentaron durante toda la tarde de ayer con radicales locales propalestinos. Según un portavoz del Departamento de Seguridad, únicamente se registró un detenido por desórdenes públicos, a las 20.15 horas en la calle Villarías. Un ciudadano israelí resultó herido al ser golpeado con una silla en la cabeza.
Los altercados más graves se produjeron en el barrio de Bilbao la Vieja, uno de los accesos más utilizados para subir al Bilbao Arena. Empezaron alrededor de las 15.30 horas. Aficionados hebreos, vestidos con sudaderas y bufandas moradas y amarillas -los colores de su equipo-, se acercaban ya a las inmediaciones de la cancha donde se iban a celebrar los dos últimos encuentros del campeonato. En su camino, a la altura del puente de San Antón, se cruzaron con un grupo de radicales propalestinos con quienes ya habían mantenido pequeños enfrentamientos previos. Ahí comenzaron de nuevo las algaradas, que subieron en intensidad cuando los aficionados israelíes se toparon con diferentes carteles en favor de la causa palestina, concretamente en un bar de Bilbao la Vieja, donde colgaba una bandera con los colores negro, verde, blanco y rojo, que representa a los distintos califatos de Palestina.
Al parecer, uno de los hinchas del Hapoel arrancó la tela y la prendió fuego mientras sus compañeros le jaleaban. En ese momento el lanzamiento de sillas y botellas era ya imparable. Hubo un enfrentamiento directo, con las mesas de las terrazas de los bares de la zona utilizadas a modo de escudo. La cristalera de la puerta de entrada de un establecimiento también fue fracturada por el lanzamiento de algún objeto. Efectivos de la Ertzaintza se personaron en el lugar minutos después.
Según el testimonio de varios aficionados del Hapoel, ya dentro del Bilbao Arena, desde el pasado viernes, cuando llegaron a la capital vizcaína, «nos han estado acosando» por la ciudad grupos de «radicales propalestinos». Y ayer por la tarde, cuando se dirigían desde el Casco Viejo a Miribilla, les «prepararon una emboscada». «Nos han tirado botellas, mesas, sillas, y han insultado a nuestra patria y a nuestro dios. Y no hemos tenido más remedio que defendernos», se justificaban.
Horas antes de ese enfrentamiento junto al puente de San Antón, ya se habían producido altercados de menor intensidad en el Casco Viejo bilbaíno. Hubo cruce de insultos, lanzamiento de petardos y algún que otro conato de agresión entre los hinchas más radicales del club hebreo y grupos de ciudadanos locales que les increpaban y exhibían símbolos palestinos.
Los incidentes siguieron una vez se disputó el partido por el tercer y cuarto puesto entre el Hapoel Holon y los alemanes del Ludwigsburg. Los seguidores judíos se dirigieron hacia la zona de Abando, ahora ya sí escoltados por un fuerte dispositivo policial. Aun así, volvieron a producirse pequeños incidentes en pleno centro de la ciudad, donde familias enteras paseaban como un domingo por la tarde normal. En la confluencia de las calles Villarías y Buenos Aires, un joven golpeó en la cabeza con una silla a un israelí que permanecía caído en el suelo. El herido, que al parecer era hincha del Hapoel Holon pero no formaba parte del grupo radical y estaba con su familia, tuvo que ser atendido en una ambulancia, mientras los agentes arrestaban al agresor. En este punto se pudieron oír algunos gritos propalestinos, pero también insultos antisemitas -«jabón con vosotros hay que hacer», «putos judíos»-.
Hasta sus hoteles
Los hinchas israelíes, en torno a ochenta personas, fueron divididos en dos grupos menores por los agentes de la Ertzaintza, pertrechados con material antidisturbios. Cada uno fue escoltado hasta sus hoteles. Al principio, se mostraron exaltados, gritando «Eretz Yisra’el» (Tierra de Israel) y otras consignas en hebreo o dirigiéndose a los periodistas que seguían la marcha. «¿Por qué nos tratan así? Somos turistas» o «España es una mierda» (en inglés).
Después de que el mando de la Policía autonómica se cerciorara -hablando con ellos en inglés- de dónde se alojaban, los aficionados recorrieron buena parte del centro de Bilbao hasta la calle Ercilla, escoltados por dos columnas de ertzainas, que los flanqueaban, así como por tres furgones y varios coches patrulla de la Policía Municipal.
A medida que avanzaban caminando a buen paso -por Colón de Larreátegui, Alameda de Urquijo, Arriquibar, Indautxu y por fin Ercilla-, los ánimos se fueron calmando. Los hinchas iban entrando en sus respectivos alojamientos sin causar mayores problemas. Algunos fotografiaban el fuerte dispositivo policial desplegado y otros se despedían con alguna ‘peineta’.
El viernes por la tarde, alrededor de las 20.00 horas, ya se habían producidos varias escaramuzas en el Casco Viejo, donde algunos aficionados arrancaron una pancarta en la que se podía leer ‘Boicot Israel. Free Palestina’.
La ciudad acogía este fin de semana a varios miles de aficionados del Hapoel y los otros tres equipos clasificados para la Final Four: el Lenovo Tenerife, el Baxi Manresa y el Ludwigsburg germano. Tanto el Ayuntamiento de Bilbao como la Diputación de Bizkaia pretendían que esta cita deportiva se convirtiera en un gran escaparate internacional para la ciudad.