ANDALUCES DIARIO.- Granada ha vuelto a celebrar este sábado 2 de enero la Toma de la ciudad en 1492 por parte de los Reyes Católicos, un año más entre las críticas de distintas asociaciones pro-derecho humanos y otros sectores sociales que consideran esta celebración una fiesta “xenófoba” y “anacrónica” que “rompe la convivencia democrática entre pueblos”.
El mal tiempo no ha podido con la Toma, que ha congregado a varios miles de personas en la plaza del Ayuntamiento en la que se tremola el pendón ante partidarios y detractores de una fiesta que ha transcurrido con reproches pero sin incidentes. En la plaza céntrica del Carmen ha habido banderas paraa todos los gustos: españolas, andaluzas, anarquistas, franquistas, antifascistas y hasta independentistas.
Durante la celebración religiosa, el centenar de congregados en la plaza y convocados por grupos de extrema derecha como Alianza Nacional o Democracia Nacional, y de extrema izquierda convocados por Nación Andaluza y otros grupos, han coreado lemas como ‘España cristiana, nunca musulmana’ que han tenido su réplica en el grito ‘Nada que celebrar’.
¿CAMARADERÍA ENTRE VENCEDORES Y VENCIDOS?
El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, piensa que “es una fiesta muy querida y deseada y lamentablemente siempre hay gente que la critica, aunque yo no lo comparto, porque en esas fechas se unificó España con camaradería entre vencidos y vencedores”. Muchos historiadores no estarían muy de acuerdo con el benevolente dictamen del alcalde.
El 2 de enero fue elegido en el año 2000 como símbolo para el siglo XXI y declarado ‘Día de la Ciudad de Granada’, día de festejos en el que el Ayuntamiento rinde homenaje a su historia y su patrimonio. La corporación municipal bajo mazas, autoridades y representantes de los distintos colectivos de la ciudad visitarán así la Capilla Real, hasta concluir el recorrido en el Balcón de la Casa Consistorial.
El acto comenzaba en el Salón de Comisiones con la llegada, sobre las 11,15 horas, de los corporativos. Allí el concejal de Familia, Bienestar Social, Igualdad, Educación y Juventud, Fernando Egea, recogía el Estandarte Real, y custodiarlo. Escoltada por gastadores del Ejército, la comitiva bajaba entonces las escaleras del Ayuntamiento para dirigirse a la Capilla Real, donde se lo entregaba al concejal de Ciudadanos (C’s) Manuel Olivares, que allí hacía tremolar el pendón, a lo que se sumaría una ofrenda con la colocación en los sepulcros de los Reyes Católicos de una corona de laurel y un ramo de flores.
La comitiva oficial salió entonces hacia el Ayuntamiento, desde cuyo balcón Olivares tremolaba de nuevo el pendón para saludar a los congregados con el ritual de ‘Granada qué’. Concretamente, el concejal gritó tres veces el nombre de la ciudad, respondiendo los presentes un “¡Qué!” al unísono. Se termina el acto con la frase “Por los ínclitos Reyes Católicos, don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. ¡Viva España!, ¡viva el Rey!, ¡viva Andalucía! y ¡viva Granada!”, seguido del himno de España.
ACTO ALTERNATIVO
Paralelamente, la Plataforma Granada Abierta celebraba una nueva edición del acto alternativo ‘Toma no, Mariana sí’ en la Fundación Euroárabe, en esta ocasión en torno a la figura del poeta Federico García Lorca, el nombre que reivindican para mostrar su rechazo a una celebración que consideran “xenófoba” y “anacrónica” y que contraviene las aspiraciones de Granada como Capitalidad Cultural para 2031.
Los actos, que arrancaban a las 11,00 horas, contaron con la presencia del hispanista y experto en Lorca Ian Gibson, además de una lectura poética a cargo de Ángeles Mora, un concierto de música andalusí y un recital flamenco del cantaor Juan Pinilla.
El portavoz de la plataforma, Francisco Vigueras, ha recordado que ya García Lorca se mostró contrario a la celebración de la Toma y habló “del gitano, del negro, del judío y del morisco que todos llevamos dentro”. Lo contrario, ha dicho, que propugna la celebración de la Toma, que supone “la ruptura de la convivencia democrática”, en tanto que se ha convertido en una celebración que usa la “ultraderecha granadina” para cantar consignas “xenófobas”, “islamófobas” y “racistas”.
Por ello, la plataforma ha vuelto a reclamar al Ayuntamiento de Granada que elimine la celebración de la Toma tal y como está concebida actualmente y la convierta en una “fiesta de las culturas”. Además, apuesta por que el 2 de enero deje de ser fiesta local, en pro del 26 de mayo, día de Mariana Pineda. De hecho, según ha incidido Vigueras, el 26 de mayo era la fiesta local en Granada antes del franquismo, y fue el dictador el que decidió cambiarla al 2 de enero para celebrar la Toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos, una fiesta que “ya no es sostenible en democracia”.