elDiario.es.- El Ayuntamiento de Granada va a estudiar jurídicamente la denuncia falsa que hizo el portavoz de Vox, Onofre Miralles, contra unos menores migrantes a los que acusó en redes sociales de apedrear una procesión el pasado Jueves Santo. El observatorio contra el odio del Consistorio ha adoptado esta decisión tras una reunión extraordinaria en la que han participado una decena de entidades, la Policía Local y todos los grupos políticos municipales a excepción de Vox.
Lo que se ha acordado es que los servicios jurídicos del Ayuntamiento analicen si el falso testimonio que promocionó en Twitter el líder local de la extrema derecha puede ser constitutivo de algún delito de odio por racismo y xenofobia. No obstante, desde el observatorio se va a remitir una carta a los concejales de Vox para iniciar un proceso de mediación en el que participarán tanto la cofradía de la Estrella, a la que pertenecía el paso presuntamente atacado, como el centro de menores Bermúdez de Castro, que también fue señalado.
Los hechos que han dado lugar a esta decisión municipal tuvieron lugar la pasada semana. Onofre Miralles, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Granada, publicó en sus redes sociales que había participado en la procesión de la hermandad de la Estrella el Jueves Santo y que le habían informado de que unos menores migrantes no acompañados (a los que él llama “menas” en su mensaje de Twitter) habían apedreado una procesión. Al tiempo que señalaba que los niños estaban internos en el citado centro de menores, al que señaló como un centro de acogida de migrantes, pidiendo explicaciones a la Junta de Andalucía por ser la propietaria del mismo.
Sin embargo, apenas unas horas después de que publicase su mensaje en redes sociales, la Policía Local, la cofradía de la Estrella y testigos presenciales desmintieron los hechos asegurando que estaban “exagerados” y “manipulados”. Que lo que ocurrió no pasó de ser un juego de niños que lanzaron un par de chinas (piedras de escaso tamaño) que no dieron a nadie y que no perturbaron el transcurso de la procesión. Al mismo tiempo, se explicó que los monitores de los menores les habían reprendido y que no se le había dado importancia.
A pesar de esto, Onofre Miralles no solo no reculó sino que el grupo parlamentario andaluz de Vox se hizo eco de una noticia publicada al respecto llamando “salvajes” a los presuntos menores migrantes que habían participado en tal acto vandálico, aunque en ese momento ya se habían desmentido los hechos. Horas más tarde, la propia Junta de Andalucía se sumó a los desmentidos y aclaró que además los niños son españoles, tienen 8 y 9 años y no requirieron de más acciones que la intervención de los adultos que estaban con ellos.
Por todo ello, el Ayuntamiento de Granada decidió convocar de forma extraordinario el observatorio contra el odio que solo se reúne en ocasiones muy concretas. En este caso, la cita ha durado más de dos horas y ha contado con la presencia de una decena de entidades, representantes de la Policía Local de Granada y de todos los grupos políticos municipales a excepción de Vox. Por su parte, Onofre Miralles ha calificado este acto como parte de un “akelarre” político del que considera responsable al alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca. Miralles sostiene también que el observatorio es un “tribunal político”.
En todo caso, además de que los servicios jurídicos estudien un posible delito de odio por parte de Vox al acusar falsamente a los presuntos menores migrantes de apedrear la procesión de la Estrella, el observatorio también ha acordado mostrar su apoyo a los educadores del centro de menores señalado, así como del resto de las instalaciones de acogida que hay en toda Granada. Por otro lado, han firmado una declaración en la que se declara “el rechazo a los hechos racistas, xenófobos y discriminatorios que inciten al odio contra la población de origen extranjero”.