El gobierno de coalición de Australia ha presentado un proyecto de ley que haría ilegal discriminar a las personas por su creencia o actividad religiosa.
La propuesta fue creada para implementarse como un compromiso asumido para las elecciones federales de 2019. La legislación además establecería un comisionado de libertad religiosa en la Comisión Australiana de Derechos Humanos.
También, enmendaría las leyes existentes como incluida la ley de matrimonio y caridad. Se determinaría que no se puede exigir a los grupos religiosos que pongan sus propiedades a disposición para las celebraciones de matrimonios entre personas del mismo sexo.
La oficina del primer ministro Scott Morrison dijo en diciembre que “Australia es un lugar donde la discriminación basada en la identidad de una persona, incluida su identidad religiosa, es inaceptable”.
“También es un lugar donde respetamos el derecho de las instituciones religiosas a mantener su espíritu religioso distintivo. Nuestras leyes deben reflejar estos valores”, indicó.
El gobierno quiere hacer de las creencias y actividades religiosas una condición protegida, como la raza o el sexo. También espera asegurar que los grupos que rechazan el matrimonio entre personas del mismo sexo no sean despojados de su estatus de caridad.
Una evaluación de la libertad religiosa en Australia se terminó en mayo de 2018, con 20 recomendaciones; entre estas se encontraba el Religious Discrimination Bill (Proyecto de Ley sobre Discriminación Religiosa).
El gobierno pidió a la Comisión de Reforma de la Ley Australiana que informe sobre cómo equilibrar los reclamos de los derechos de libertad religiosa y los llamado derechos “LGBT” (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
Australia viene teniendo un debate sobre la libertad religiosa en los últimos años con respecto al secreto de confesión, las decisiones de contratación y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Cuando se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en Australia en 2017, los esfuerzos para incluir enmiendas que protegerían la libertad religiosa fracasaron durante el debate parlamentario.
El gobierno de coalición de Morrison está liderado por el Partido Liberal, al que se une el Partido Nacional. La oposición es el Partido Laborista Australiano.
La senadora laborista Kristina Keneally dijo ABC el 3 de julio que están “dispuestos a mantener conversaciones con el gobierno y trabajar con el gobierno en una ley sobre discriminación y libertad religiosa”.
El Arzobispo de Sydney, Mons. Anthony Fisher, señaló el año pasado que no se puede “dar por sentada la libertad de sostener y practicar nuestras creencias, incluso aquí en Australia”, y que “los intereses poderosos ahora buscan marginar a los creyentes y creencias religiosas, especialmente los cristianos, y los excluyen de la vida pública”.
“Así se acabarían los fondos para escuelas confesionales, hospitales y agencias de asistencia social, y nos quitarían el status caritativo y las protecciones”, añadió.