IMANE RACHIDI. EL MUNDO.- «La ‘sharia’ nadando en los Países Bajos». Así resumió el ultraderechista Geert Wilders dos carteles de dos piscinas distintas que ofrecen clases a mujeres musulmanes en Holanda. Una de ellas habilita una zona restringida para que las interesadas puedan aprender a nadar en privado. La otra, alquila las instalaciones a una organización juvenil islámica para el mismo propósito.
Una de las piscinas es Dol-fijn, localizada en Maassluis (oeste de los Países Bajos). En su página web, ofrece «clases de natación» para las ‘allochtone’, un término holandés que se utiliza para calificar a todos los extranjeros y también a los nacionales con algún padre no holandés. Es una palabra que en muchas ocasiones tiene una connotación negativa.
«¿Te gustaría aprender a nadar sólo con mujeres en una zona restringida?», añade la captura de pantalla de la web de la piscina, que fue compartida por Wilders. Aunque en ningún momento especifique que sólo da clases a musulmanas, este centro deportivo privado señala que ofrece clases de natación todos los días del año, excepto «durante las vacaciones de los colegios, en Ramadán y en los festivos nacionales».
Después de esta publicación, y ante «el temor a crear confusión», la piscina modificó el texto en su página web, retirando la palabra «allochtone» y especificando que las clases son para mujeres de «todas las nacionalidades», y no mencionó las religiones. «Es sólo una hora de natación para las mujeres… También tenemos una hora de natación para naturistas y ancianos con problemas mentales», explicó el gerente de la piscina.
Sin embargo, esto no sirvió de nada. Este centro de natación ha tenido que contratar seguridad adicional durante las noches, después de recibir varias amenazas como consecuencia del tuit del ultraderechista. «Esto nos pasa por culpa de Geert Wilders», lamentó el gerente. La piscina mantendrá un guardia en la puerta del edificio hasta que pase la tensión, por miedo a ataques.
Wilders también criticó la iniciativa de la piscina Groenoord, en Schiedam, localizada cerca del otro centro de natación. Este cartel es más llamativo que el anuncio de Dol-fijn, puesto que especifica que las clases en el mes de diciembre serán de «natación para los hermanos» musulmanes. Los domingos de 6 a 7 de la tarde.
Con una piscina de fondo, añade un entrecomillado de un supuesto hadiz (dicho del profeta, en el islam): «Es obligación de cada musulmán (él/ella) lavarse la cabeza y el cuerpo cada siete días». Según el diario holandés ‘Telegraaf’, este centro alquila en ocasiones sus instalaciones a una organización juvenil islámica conocida como Zafer. Son los que han elaborado el cartel.
Por otro lado, una escuela de la ciudad de Schoonhoven anunció que permitirá a sus alumnas musulmanas acudir a las clases de natación utilizando un bañador que cubre todo el cuerpo, el conocido como burkini. La piscina donde se dan las clases había sido objeto de críticas porque impidió a la joven participar cubierta en las lecciones de natación.
«No se lo prohibimos. Simplemente nos vimos ante una chica vestida de una forma muy diferente a lo que solíamos ver. Antes de tomar cualquier decisión, preferimos tomarnos un momento para pensar: ¿Es esto seguro? ¿Cumple con los requisitos de higiene? No queríamos tomar decisiones apresuradas porque no estábamos seguros», dijo Cor Oskam, desde la piscina municipal. Ahora puede acudir a las clases.