EFE. LA VANGUARDIA.- Un hombre está siendo buscado como presunto responsable de la muerte de un universitario guineano que fue víctima el viernes por la tarde de una agresión que sus allegados califican de racista cerca de la ciudad de Ruán (noroeste de Francia) y que pudo estar en relación con la final de la Copa de África de fútbol.
La emisora «France Info» afirmó este viernes que el autor de la agresión, que se produjo en las proximidades de una parada de autobús de la localidad de Canteleu, ya ha sido identificado por la policía gracias a las cámaras de la zona y a personas que presenciaron los hechos.
El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, había afirmado en su cuenta de Twitter que se estaba haciendo todo lo posible «para identificar y detener al autor de la agresión que costó la vida a Mamadou Barry».
Castaner añadió que corresponderá a la justicia esclarecer «este acto odioso» y dijo compartir «la emoción y la indignación» de sus allegados. La Fiscalía de Ruán dirige la investigación.
Mamadou Barry, que tenía 31 años y trabajaba en Guinea y en Francia como profesor e investigador especializado en políticas fiscales e inversiones extranjeras en África, se encontraba con su mujer en el interior de su coche cerca de la estación de autobús Provence el viernes por la tarde.
Según fuentes policiales citadas por «France 3», fue atacado primero verbalmente y luego físicamente.
Varios testigos, incluido un vecino que acudió en ayuda de la víctima, dijeron haber escuchado comentarios racistas en relación con la final de la Copa de África que se iba a disputar esa noche entre Argelia y Senegal, y que ganó la primera.
Uno de sus amigos, identificado como Kalil y que acudió al lugar de los hechos cuando le llamó la mujer de Barry porque su marido yacía en el suelo, contó a «France 3», después de declarar ante la policía, la versión que dice haber escuchado de personas que estaban presentes.
De acuerdo con el relato de Kalil, su amigo fue insultado por un magrebí que le dijo: «esta noche os vamos a joder, negros asquerosos».
El universitario guineano salió del coche para pedir explicaciones, en contra de los consejos de su mujer, recibió una salva de golpes en la cabeza y en el cuello, cayó al suelo, se golpeó con el suelo de alquitrán y se puso a sangrar abundantemente.
Murió al día siguiente en el hospital universitario de Ruán donde fue internado.