EFE. LA VANGUARDIA.– El Gobierno francés anunció hoy la disolución de Bastion Social, una organización de extrema derecha a la que reprocha múltiples altercados e incitaciones a la violencia de carácter racista y antisemita.
En un comunicado, el titular de Interior, Christophe Castaner, explicó que la disolución fue decidida por el Consejo de Ministros a instancias de la demanda que había lanzado el 20 de febrero el presidente francés, Emmanuel Macron, para que se formalizara.
La prohibición afecta a Bastion Social y a otras seis asociaciones que la integran -Les Petits Reblochons, Association Lugdunum, Cercle Frédéric Mistral, Cercle Honoré d’Estienne d’Orves, Association Arvernis y Solidarité Argentoratum-.
El objetivo es «poner fin» a los actos que se les atribuyen coincidiendo con convocatorias de manifestaciones, y acabar igualmente con sus «acciones discriminatorias» y sus «incitaciones a la violencia racista y antisemita».
El ministro del Interior hizo notar que «recientemente» sus miembros habían llevado a cabo «agresiones de carácter racista y antisemita» en ciudades como Estrasburgo, Marsella o Chambéry.
Insistió en que «los llamamientos a la violencia son inaceptables», además de «contrarios a los valores de la República», por eso la disolución de Bastion Social constituye «un avance concreto en nuestra lucha contra el odio», que dijo tener intención de continuar.
Bastion Social había nacido en 2017 en Lyon, se declaraba como «nacionalista-revolucionaria» y defensora de la preferencia nacional: uno de sus principales lemas era «los nuestros antes que los otros».
En febrero, Macron había justificado su prohibición, como la de otras dos organizaciones de extrema derecha -Blood and Honour Hexagone y Combat 18- por promover la discriminación y hacer llamamientos a la acción violenta.
