Tendrá sede en el Ministerio de Cultura y estará dotado con 200.000 euros
ABC.- El gobierno francés está a punto de lanza una misión oficial para la investigación y eventual restitución del arte expoliado por los nazis que aún pueda figurar en las colecciones de los museos del país vecino, según informa Artnews. Se trata de una nueva oficina con sede en el Ministerio de Cultura, que tendrá asignados cinco funcionarios y un presupuesto anual de 200.000 euros para localizar a los legítimos propietarios o a los herederos del patrimonio que las tropas de ocupación se incautaron o directamente robaron -también las obras que fueron vendidas indebidamente- durante la época en la que el ejército alemán tenía el control de la Francia ocupada.
Se calcula que unas dos mil obras de procedencia ilícita o desconocida llegaron a las manos del gobierno francés después de la Segunda Guerra Mundial. Desde hace décadas, Francia ha sido criticada por su negativa a abrir un proceso de repatriación transparente de dichas obras.
El pasado mes, el informe encargado por el ministro de Cultura Audrey Azoulay solicitaba medidas urgentes para gestionar este asunto, incluyendo la creacción de un grupo de trabajo que resuelva los conflictos que pudieran presentarse. Al frente del grupo que iniciará sus trabajos este mes de abril se ha puesto a David Zivie, autor del informe.
Entre la documentación que manejará Zivie para agilizar los trámites, 75 años después de acabada la Guerra Mundial, destacan dos álbumes de fotografías con obras de arte expoliadas por las fuerzas de coupación.
El desafío de este grupo de trabajo está centrado en estudiar las reclamaciones e investigar la legitimidad de los supuestos herederos de las familias expoliadas. Al mismo tiempo, movilizarán a los conservadores de los museos públicos para que colaboren en el proceso de investigación sobre las obras sospechosas. De igual modo, las universidades podrán acreditar investigaciones académicas y sumar especialistas al esfuerzo colectivo.
Para la decisión final no será el Ministerio quien tenga la última palabra, sino que se ha delegado en una Comisión que reúne los especialistas acreditados y estudiará los informes del grupo de trabajo. Esa comisión podrá sugerir al primer ministro una política que pueda aplicarse en los casos estudiados. De este modo, apartando al Ministerio de Cultura con competencias en museos y patrimonio, se despejan las dudas de que los expertos ministeriales podrían resistirse a desprenderse de obras importantes de las colecciones públicas francesas.
Alemania dedica 6,5 millones de euros al mismo tipo de investigación y restitución, mucho más que los 200.000 euros iniciales que Francia ha dedicado.
Para empezar deberán investigar todas las obras compradas en Alemania durante el periodo de ocupación. De todas las obras que cambiaron de manos en los dos países, 61.ooo regresaron a territorio alemán entre 1945 y 1949, y un 70 por ciento del total fueron reclamadas por los anteriores propietarios. El resto fueron subastadas, aunque Francia retuvo más de dos mil por su calidad artística y las incluyó en el inventario del patrimonio que residen en los museos del país.
Aunque se supone que estaban en espera de una reclamación, desde 1950 solo se han devuelto 100 obras.