Este martes se ha hecho en la capital de Osona el juicio al ex presidente de Plataforma por Cataluña, acusado de un presunto delito contra la integridad moral por pegar y decirle «moro de mierda» a un joven en Vic
JOSÉ COMAJOA. LA DIRECTA.- Fiscalía y acusación particular han mantenido la petición de pena de diez meses y de un año y nueve meses de prisión, respectivamente, para Josep Anglada, ex presidente de Plataforma per Catalunya (PxC) y actual concejal de Plataforma Vigatana al Ayuntamiento de Vic. El político ultraderechista se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados por una presunta agresión a dos jóvenes, el 22 de abril de 2012, a uno de los cuales, de origen magrebí, le habría dicho «moro de mierda». De ahí que la petición de cárcel sea por un presunto delito contra la integridad moral, además de imputarle también dos faltas de agresión, ya que un segundo joven también denunció haber sido agredido.
En el juicio, que se celebró en la sala de vistas que el Juzgado Penal de Manresa tiene en Vic, varias testigos de los hechos se han ratificado en la versión que fue Anglada quien agredió a los dos jóvenes. También han coincidido en definir de «excitado» y «exaltado» el estado que presentaba Anglada, sin llegar a poder asegurar que fuera bebido, como se había apuntado en un primer momento. El político ultraderechista, por su parte, ha mantenido la versión que fue a él a quien insultaron, diciéndole «racista, cabrón, algún día te vamos a matar», y que se marchó del lugar de los hechos ante la posibilidad de que la ‘agredieran.
Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del 22 de abril de 2012, el día que por la mañana PxC había hecho la fiesta del partido en un parque municipal de Vic. Por la tarde, Anglada, acompañado de su esposa y otros militantes del partido que entonces aún presidía, remataron la jornada con unos «refrescos» en un bar de la plaza Mayor de Vic. Cuando volvían al domicilio de Anglada, cercano a la plaza, se toparon con un grupo de tres jóvenes. Según testigos presenciales que han declarado en el juicio, fue Anglada, quien muy exaltado, se dirigió a los jóvenes con palabras despectivas y dio un cabezazo a uno y un puñetazo o bofetada a un segundo.
Mientras fiscalía y acusación particular se ratificaban en su petición de pena, la defensa pidió la absolución y, accesoriamente, en caso de quedar probados los hechos por parte del tribunal, que se les califique como una falta de vejación y no como un delito contra la integridad moral, que conlleva una pena de prisión. La juez precisamente, a la vista de que Anglada tiene antecedentes penales por un delito contra la seguridad vial por conducir bebido por Madrid el 18 de septiembre de 2009, ha pedido a fiscalía y acusación particular si aceptaban, en caso de condena, la petición de suspensión del ingreso en prisión. La fiscalía lo ha aceptado, entre otros motivos, por la pena que pide, de sólo 10 meses, mientras que la acusación particular, ha pedido que no se atienda la petición de suspensión, y que si es condenado a prisión haya de ingresar, dado que aún le constan los antecedentes penales.
Un Mercedes nuevo de trinca con 500 euros de ingresos mensuales
En el transcurso del juicio, a preguntas de la fiscalía, Anglada ha negado tener ningún tipo de ingreso económico, y sólo a instancia de la acusación particular, reconoció que percibe dietas por su asistencia a plenos y comisiones del Ayuntamiento de Vic. Él las ha cuantificado en «500 o 600 euros», aunque si participa en todos los que está convocado, la cifra es bastante superior. También a preguntas de la acusación particular, ha tenido que reconocer que, a pesar de estos ingresos, tiene un Mercedes que compró nuevo hace sólo dos años.
Por su parte, el joven de origen magrebí víctima de los presuntos insultos y agresión por parte de Anglada, ha declarado en el juicio que los hechos le afectaron hasta el punto de «estar una semana sin poder salir de casa». Dijo que en toda la escolarización y posterior adolescencia no había sido víctima de discriminación por motivo de origen, y que esta vez había sido la primera, «durante mucho tiempo, no fui yo mismo, me sentí humillado, diferente de los demás «. Ninguno de los tres jóvenes implicados en los incidentes con Anglada dijeron tener ningún tipo de diferencia previa con el entonces presidente de PxC, todo desmontando una de las tesis de la defensa, que ha intentado llevar la discusión hacia el ámbito político.