El servicio especializado en delitos de odio y discriminación abre diligencias tras una denuncia de Ciudadanos
GERMÁN GONZÁLEZ. EL MUNDO.- Nueva investigación por un presunto caso de acoso por el uso del castellano en Cataluña. La Fiscalía de Barcelona ha abierto diligencias de investigación por las coacciones que sufrió una dependienta de una panadería con cafetería de Barcelona por atender en castellano a clientes catalanoparlantes. La acción se hizo viral hace unas semanas cuando dos mujeres increparon a la trabajadora por usar el castellano para atenderlas. Tanto la empleada como las clientas grabaron el enfrentamiento, en el que una de ellas llegó a decirle a la víctima «yo no sé qué hacéis aquí, con lo grande que es España. Fascista».
Las clientas aseguraron que la empleada se negó a atenderlas cuando le pidieron la consumición en catalán y que tampoco quiso entregarles la hoja de reclamaciones, iniciándose una discusión.
Como es normal el incidente se difundió rápidamente por las redes sociales, lo que propició que usuarios independentistas y colectivos soberanistas pidieran a la empresa que despidiese a la empleada por no saber catalán. Incluso grupos organizados acudieron delante de la panadería el 24 de octubre pasado con banderas de ‘Catalunya catalana’ para preguntar si habían echado a la trabajadora «catalanófoba», como así difundieron por las redes sociales, en la cuenta de Defensa Catalunya, y añadieron que «intuimos que la habían cambiado a otra panadería» para concluir «defendemos lo que es nuestro, Cataluña en catalán».
La empleada también recibió numerosas entidades constitucionalistas como S’ha Acabat, que difundieron un vídeo, o Hablamos Español, que anunciaron acciones penales por este acoso. Sin embargo, Ciudadanos (Cs) presentaron una denuncia ante la Fiscalía, de la que ahora se ha hecho cargo el Servicio contra Odio y Discriminación del Ministerio Público, ya que consideran que se produjo un posible delito de coacciones con el agravante de incitación al ocio contra la trabajadora.
«El denominador común que habría motivado las coacciones consiste en la utilización del castellano, lengua oficial en toda España» señala la denuncia de Cs que añade que la trabajadora sufrió en octubre «unas primeras coacciones» cuando las clientas de forma «vejatoria y despreciativamente» la instaban a «marcharse de Cataluña». Añaden que a partir de este episodio difundido por las redes grupos de personas acudieron a la panadería días después «a reiterar las coacciones a la trabajadora y a promover y a incitar el odio y la discriminación del castellano».
«Mediante el señalamiento e insulto, la abierta e intencionada desconsideración y su pública y masiva difusión se pretende imponer a otro ciudadano el proceder ajustado a sus intolerantes opiniones que abiertamente predican sus autores, desposeyéndola así injustificablemente de su libertad», señala la denuncia que añaden que existe una «motivación ideológica» en la acción de estos grupos. También remarcan que estas conductas causan en la víctima el «temor de represalias laborales»
Ahora la Fiscalía empezará con las diligencias de investigación para determinar si existieron estas coacciones discriminatorias contra la empleada por no usar el catalán para atender a dos clientas y un posterior acoso por las redes cuando se hizo público el caso.