La actitud del jugador del Club Natación Almería evitó un grave altercado por los incidentes y amenazas de los seguidores del equipo malagueño del CD Tiro de Pichón
JOSÉ GABRIEL GUTIÉRREZ.- Pudo pasar de todo lo desagradablemente imaginable. Ayer domingo se disputaba el partido, correspondiente al Grupo 13 de Liga Nacional juvenil, entre el equipo almeriense del Club Natación Almería y el malagueño del CD Tiro de Pichón. El encuentro se jugaba en campo del primero de ellos, con arbitraje del colegiado almeriense de categoría nacional Pérez Martín.
El envite, que iba con ventaja malagueña de 0-1 con tanto marcado en el m. 53 por Álvaro Hurtado, iba entrando en una complicada dinámica por la actitud agresiva de buena parte de los jugadores del CD Tiro de Pichón y del ambiente muy caldeado que, desde las gradas, protagonizaban sus seguidores.
Los incidentes tuvieron el momento culminante en el m. 89 de juego, tras la señalización de un penalti a favor del equipo almeriense. En ese momento, según refleja el árbitro en el acta «un grupo de 20 aficionados, que portaban camisetas del CD Tiro de Pichón, entró al terreno de juego lanzando botellines de agua y golpeando a jugadores y cuerpo técnico del equipo local. Incluso uno de esos aficionados me golpeó a mi persona en la espalda con ambas manos. Tanto los aficionados que se encontraban en el terreno de juego, como fuera de el, nos amenazaron de muerte al equipo arbitral y al lanzador del penalti del equipo local si anotaba el gol».
Ante las amenazas, y en vista de la actitud totalmentee agresiva de los seguidores visitantes, el futbolista del Club Natación Almería lanzó el penalti fuera ‘voluntariamente’ ante las mencionadas presiones y amenazas. Con esa y otras actitudes, el club almeriense, fiel a su trayectoria, quiso evitar cualquier tipo de incidentes y, en este caso, evitar una batalla campal en sus instalaciones . La llamada, desde el Club Natación Almería, a la Fuerza de Orden Público, ante el grave cariz de los acontecimientos y la presencia de esta, evito muy graves consecuencias.
Ahora, deberá ser la RFAF, e incluso el Comité Antiviolencia de la RFEF, los organismos que tomen carta en el asunto. En esta ocasión, con lo que podía haber sido un lamentable altercado, provocado por los seguidores de un club, y evitados por el civismo y deportividad del Club Natación Almería.
