REUTERS. INFOBAE.- Facebook Inc no ha hecho lo suficiente para combatir la discriminación en su plataforma y algunas de sus decisiones implicaron un revés para los derechos civiles, de acuerdo a una auditoría independiente encargada por la compañía, reportó The New York Times.
Es probable que las conclusiones de los auditores aumenten la presión sobre la compañía, que se enfrenta a un boicot de unos 900 anunciantes, incluidas grandes marcas como Coca-Cola, por lo que los activistas de derechos civiles califican como una promoción del discurso del odio.
«Muchos en la comunidad de los derechos civiles han quedado descorazonados, frustrados y irritados tras años de contactos en los que imploraron a la compañía que hiciera más para avanzar en la igualdad y combatir la discriminación, salvaguardando al mismo tiempo la libre expresión», escribieron los auditores, según el diario, quien dijo que había obtenido un reporte de prepublicación sobre las conclusiones.
Facebook encargó a Laura Murphy, exdirectora de la oficina legislativa de la American Civil Liberties Union, que liderara la auditoría de sus políticas de derechos civiles en 2018. La firma tomó esta medida en respuesta a las críticas sobre asuntos como la privacidad de datos, supresión de votantes, incitación a la violencia y falta de transparencia en la publicidad política.
Un portavoz de Facebook indicó que la auditoría «ha sido un análisis profundo de cómo podemos fortalecer y avanzar en los derechos civiles en cada nivel de nuestra compañía, pero es el comienzo del viaje, no el fin».
«Lo que está cada vez más claro es que nos queda mucho camino por delante. Por duro que sea que los expertos expongan nuestros defectos, sin duda ha sido un proceso realmente importante para nuestra compañía», agregó.
Los auditores dijeron que Facebook ha estado muy dispuesto a eximir a los políticos del cumplimiento de sus reglas, permitiéndoles la propagación de desinformación, retórica dañina y divisiva e, incluso, llamados a la violencia.
Facebook ha adoptado un enfoque de no inmiscuirse en el discurso político, a diferencia de sus rivales. Un ejemplo fue cuando dejó intacta en mayo una publicación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que su rival Twitter etiquetó como una incitación a la violencia.
(Reporte de Supantha Mukherjee en Bengaluru; editado en español por Carlos Serrano)