El Comité de Derechos Humanos analiza el caso de dos mujeres que fueron multadas e insta a las autoridades francesas a cambiar la ley
AFP.- El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha advertido a Francia de que la prohibición del uso del niqab —el velo integral islámico, que solo deja los ojos al descubierto— supone una violación de la libertad religiosa. El grupo de expertos independientes de la ONU, reunidos en el citado comité, ha emitido esta opinión tras analizar el caso de dos mujeres que fueron multadas por vestir esta prenda y ha instado a las autoridades francesas a que compense a las demandantes y a que cambie la ley.
Los expertos independientes de la ONU, reunidos dentro del Comité de Derechos Humanos de Ginebra, solo emiten opiniones y no tienen capacidad de obligar a los Estados. En 2016, dos francesas musulmanas apelaron a este comité —formado por 18 miembros y que depende del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU— tras haber sido condenadas en 2012 por llevar niqab.
Desde 2010, una ley francesa prohíbe llevar en público vestimentas que escondan la cara, con multas que pueden llegar hasta los 150 euros. En un comunicado, el comité considera que «la prohibición del niqab viola la libertad religiosa y los derechos humanos» de las dos mujeres. «El comité reconoce que los Estados pueden exigir de los individuos que muestren su rostro en circunstancias específicas en el marco de controles de identidad, pero considera que la prohibición generalizada del niqab es una medida demasiado radical», se indica en el comunicado.
Los 18 expertos, elegidos por periodos de cuatro años, supervisan el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, firmado por más de 160 países. A diferencia de este comité, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sí dio su visto bueno en dos ocasiones, en 2014 y en 2017, a la prohibición del niqab o de la burka (que cubre toda la cabeza a excepción de una rejilla en los ojos) en países como Francia y Bélgica.
El presidente del comité, el israelí Yuval Shany, ha asegurado que personalmente, igual que «muchos» de los expertos, cree que el niqab es «una forma de opresión contra las mujeres», pero que «una prohibición generalizada de carácter penal no permite asegurar un equilibrio razonable entre el interés general y las libertades individuales». El comité también ha lamentado que la ley «margine» a estas mujeres «confinándolas en sus casas y cerrándoles el acceso a los servicios públicos».