El ministro alemán y el presidente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución dicen, el salafismo es la corriente extremista más violenta en Alemania.
EL INFORMADOR MÉJICO.- El ministro alemán del Interior, Hans Peter Friedrich, y el presidente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV), Hans Georg Maassen, dijeron hoy aquí que el salafismo es la corriente extremista más violenta en Alemania.
En rueda de prensa, ambos funcionarios presentaron este martes el Reporte 2012 de la seguridad nacional en el país europeo.
En esta ocasión, el ministro alemán llamó la atención en particular sobre la creciente amenaza del salafismo político en Alemania: los miembros de esta corriente extremista, según Friedrich, incitan al terrorismo y a la violencia.
En 2012 el número de personas agredidas por islamistas en Alemania aumentó de manera exponencial a cuatro mil 500, cuando en 2011 habían sido tres mil 800.
De acuerdo a Friedrich, el gobierno alemán se marcó un punto positivo en la lucha contra el terrorismo islámico en marzo pasado cuando se ordenó el cierre de las asociaciones «DawaFFM», «Islamistische Audios» y «An-Nussrah».
Prueba de ésto, fueron según Friedrich, también los ataques de islamistas contra periodistas de la cadena de televisión alemana ARD cerca de una mezquita en la ciudad de Offenbach.
«Ataques como este son intolerables y los condeno con decisión», dijo Friedrich en el curso de una rueda de prensa en Berlín.
«Alemania sigue siendo un blanco de ataques para los terroristas islamistas», dijo por su parte el jefe del BfV, Hans-Georg Maassen. Alrededor de mil personas fueron clasificadas como «peligrosas» en ese sector.
Algunos de los 130 islamistas alemanes están siendo espiados en todo el mundo. Según el BfV, riesgos excepcionales yacen en los individuos que que deciden actuar por su cuenta, como el que perpetró el atentado que tuvo lugar recientemente en Londres.
Friedrich advirtió por otra parte el aumento del riesgo de los enfrentamientos entre grupos de extrema derecha xenófobos e islamistas radicales, que se usan unos a otros para instigar a sus seguidores a una mayor radicalización y violencia.
En particular el ministro señaló el grupo alemán «Pro-Bewegungen» (Pro-Movimientos) junto a sus secciones regionales como de «Pro-NRW», en Renania del Nore Westfalia, que incitan al odio y la violencia contra los islamistas.
Los delitos realizados bajo un móvil político de extrema derecha aumentaron en el último año: 17 mil 616, fueron los de 2012 contra los 16 mil 863 de 2011.
De estos, la mayoría, 12 mil 500, fueron delitos de propaganda, mientras que 842 fueron ataques violentos, con un aumento, aunque ligero, con respecto a los 824 registrados en 2011.
Por su parte, Maassen reconoció que el servicio de inteligencia interno «no puede excluir atentados por parte de extremistas de derecha», como los de la célula Clandestinidad Nacionalista (NSU) que está siendo procesada en Múnich.
El BfV terminó en el centro de las críticas en Alemania justamente por sus errores en las investigaciones contra el NSU, y por la colusión de algunos de sus miembros con la extrema derecha.
Aún así, Friedrich insistió esta mañana en la importancia del papel de los informantes infiltrados, los así llamados «V-Leute» (Agentes V), para luchar contra la extrema derecha.
Tras consultarse con los secretarios de interior de los 16 estados federados se llegó a la conclusión de que «hay que reglamentar estándares comunes tal y como criterios de exclusión» para reclutar a los informantes en el futuro.
Friedrich anunció además que el ministerio está trabajando en una propuesta de reforma del Servicio de Protección de la Constitución, tal y como pidieron muchos políticos y ciudadanos tras destaparse los errores del servicio en las investigaciones del NSU.
Aún así, Friedrich dijo que la reforma será presentada sólo después de incluir las propuestas y los resultados de la Comisión de Investigación Parlamentaria que está investigando los errores de la Oficina Federal de Protección a la Constitución en relación a la célula terrorista «Clandestinidad Neonazi».