EFE.- El EuroPride 2022 de Belgrado -la mayor manifestación europea anual de la comunidad LGTBI- insistió hoy en que el desfile, previsto para el día 17, se celebrará a pesar de las amenazas del Gobierno serbio de prohibir el evento por razones de seguridad.
«Estamos determinados a que la marcha tenga lugar. No podemos tener el EuroPride ni ningún Pride (Orgullo, en inglés) sin el desfile y en ello insistimos. Esta es nuestra postura», declaró en una rueda de prensa en Belgrado el coordinador del EuroPride 2022, Goran Miletic.
Aunque todavía no se ha producido una cancelación oficial por parte de la policía, el Gobierno serbio aseguró a finales de agosto que iba a prohibir el desfile del Europride porque podría haber desordenes por parte de grupos extremistas contrarios a los derechos LGTBI.
«Somos conscientes de que la Policía puede decidir la prohibición (…), y si así ocurre, a pesar de ello tendremos la marcha», dijo Miletic.
Recordó que las prohibiciones de las marchas de orgullo gay en los años 2009 y de 2011 a 2013 fueron anticonstitucionales, como decidió la Corte Constitucional de Serbia, país candidato al ingreso en la Unión Europea.
La UE pidió la pasada semana a las autoridades serbias que encontraran una solución para celebrar el EuroPride 2022.
El mayor evento europeo de la comunidad LGBTI está previsto este año en Belgrado para la semana del 12 al 18 de septiembre, con un desfile de orgullo el día 17 en el centro de Belgrado.
«No cancelaremos ni pospondremos el desfile, no existe tal opción, saldremos sin duda, pero nos gustaría que sea en un acuerdo con representantes de la autoridades y no de otra forma, espontánea. Preferimos compromiso frente a la confrontación», declaró el organizador.
A finales de agosto pasado, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, anunció que será cancelada o pospuesta la celebración del EuroPride 2022, debido ante todo a las tensiones con Kosovo.
El Gobierno serbio aseguró que «algunos grupos extremistas podrían aprovechar y abusar del evento y la voluntad de Serbia de organizarlo para aumentar más las tensiones y conducir el país a la inestabilidad».
Varias organizadores de la derecha antieuropeísta y prorrusa pidieron que se prohíba la celebración del Euro-OTAN-Pride argumentando «razones morales, de seguridad, económicas y sanitarias», y un obispo llamó a rebelarse incluso con armas y «maldijo» a la primera ministra por ser lesbiana.