RAGAP.- El género es un factor clave en los niveles de homofobia. En la mitad de los varones persisten los estereotipos sobre la «pluma» de las personas homosexuales y creen aún que siempre se puede distinguir a un gay por su aspecto físico, forma de hablar y profesión’, explica Gonzalo Serrano, presidente de Arco Iris. Son conclusiones del estudio ‘Homofobia entre adolescentes’ realizado en una muestra de 751 estudiantes de entre 12 y 18 años de la provincia de Málaga. La autora de este trabajo de campo es la psicóloga y alumna del Máster Universitario en Investigación e Intervención Social y Comunitaria de la Universidad de Málaga (UMA), Giselle Bolaño.
«En el estudio también queda patente que la palabra maricón continúa siendo un insulto de uso habitual en los centros educativos», ha lamentado Serrano, ya que un 96 por ciento del alumnado reconoce que en su centro educativo se usa esta palabra. La mitad afirma que se utiliza frecuentemente. Los niveles de rechazo a la homosexualidad son casi tres veces superiores a los de las chicas, especialmente a los 13 años. Entre las chicas sólo rompería su relación el 23 por ciento.
No obstante, el estudio concluye en que se afianza el respeto a las familias homoparentales entre la juventud, a la vez que la tolerancia y el respeto es ya mayoritaria. El 90 por ciento afirma que «las parejas homosexuales pueden ser tan buenos padres y madres como las heterosexuales»
En general, el 75 por ciento del alumnado afirma que su relación no cambiaría por la orientación sexual de un amigo que les informara a cerca de su homosexualidad, lo que deja que un 25 por ciento de chicos probablemente rompería su relación con alguien sólo por su homosexualidad.
El mayor rechazo se presenta entre los adolescentes varones, con un 40 por ciento que probablemente rompería la relación de amistad si un amigo le dijera que es gay, disparándose este porcentaje a los 13 años.
Prácticamente el 90 por ciento afirma que «las parejas homosexuales pueden ser tan buenos padres y madres como las parejas heterosexuales». «Sin duda una excelente noticia que habla de la normalización de las familias homoparentales y su aceptación en los entornos escolares», ha celebrado Serrano.
Al mismo tiempo el mito más extendido entre la juventud adolescente, afirmado por el 40 por ciento de participantes en el estudio, es que «siempre se puede distinguir a un homosexual por su aspecto físico, formas de hablar y profesión».
Entre las chicas el porcentaje baja hasta el 30 por ciento mientras que entre los chicos roza el 50 por ciento. «Es por tanto importante trabajar para desmontar los estereotipos que aún tienen en la cabeza la mitad de los adolescentes varones y una de cada tres chicas», ha defendido el presidente de Arco Iris.
En la encuesta también se muestra la persistencia, aunque con niveles inferiores, de otros estereotipos. Mientras que uno de cada tres jóvenes cree que «en una pareja homosexual, uno hace de hombre y otro de mujer» (34 por ciento), uno de cada cuatro piensa que «las personas homosexuales son más propensas a padecer enfermedades de transmisión sexual» (26 por ciento).
Toda la muestra está conformada por jóvenes estudiantes de secundaria y bachillerato de institutos públicos y los cuestionarios han sido cumplimentados en sus propios centros una semana antes de la visita de la Federación Arco Iris para impartir talleres de prevención del acoso por homofobia.
INTENTO DE SUICIDIO
En la misma presentación, Serrano ha explicado el ‘Proyecto Trevor’, material que Arco Iris propone al profesorado para prevenir los intentos de suicidio entre la población LGBTI, superiores al del resto de la población debido en gran medida a la presión homofóbica vivida en los institutos.
Serrano ha recordado que este jueves se celebra el día internacional para la prevención de los intentos de suicidio, «un problema global que acaba con la vida de 3000 personas cada día en el mundo y que en España es la segunda causa de mortalidad en la población joven, sólo por detrás de los accidentes de tráfico».