La Memoria Histórica o los huesos de Franco son los temas que hacen explotar a cabeceras como Alerta Digital, Diario YA o Arriba. Estos medios dejan perlas como la del presentador que se vende como el Donald Trump español, posa con banderas fascistas y «hereda» el tricornio de Tejero. En sus espacios caben elogios a exministros de la dictadura o animar a los ‘rojos’ a «levantar con los cuernos la losa» de Franco en el Valle de los Caídos
JUAN MIGUEL BAQUERO. ELDIARIO.ES.- De Alerta Digital o los restos del Diario YA a sucedáneos falangistas como Arriba. Son los medios nostálgicos del franquismo en España que encuentran su catarsis informativa con los huesos de Franco y el Valle de los Caídos, con la Memoria Histórica o el sepelio del exministro Utrera Molina.
Alerta Digital abre el listado de los noticieros ultra. Su estrella es el director del grupo de comunicación, Armando Robles, que «hereda» el tricornio con el que Tejero asaltó el Congreso y está conectado con la extrema derecha. Robles presenta el programa La Ratonera, donde realiza homenajes a Franco, el 20No la bandera franquista y especiales con la hija del dictador, Carmen Franco Polo, para conmemorar el golpe de Estado. Se vende además como el político más parecido a Donald Trump en España a través de su partido Soluciona-Trump.
En otro escalón está Arriba. Era el órgano oficial del partido único del franquismo, FET y de las JONS, fundado por José Antonio Primo de Rivera. El semanario tradicional continúa, a su modo, haciendo bandera y casi portavocía de la familia Utrera, con sus hijos «falangistas» y el homenaje de su yerno, el exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón.
En Radio YA tiene hueco el relato equidistante, cuando no para hacer apología, sobre el régimen franquista. Quedan ejemplos como los programas que conduce el director de la emisora, Javier García Isac, caso de ’40 años’ o ‘Cita con la Historia’, donde en colaboración con historiadores revisionistas como Pío Moa trata lugares comunes del franquismo sociológico como lo que denominan el fraude electoral de las elecciones de febrero de 1936.
En la misma rama empresarial aparece Diario YA, germen del espejo radiofónico, y que se define como «heredero de la cabecera histórica –fundada por el cardenal Herrera Oria en 1935–, con la misma línea editorial tradicional en defensa de España y el humanismo cristiano». Sin embargo, en sus páginas digitales pueden leerse críticas al hispanista Paul Preston y entrevistas al historiador que justifica el golpe de Franco Stanley Payne. Piezas mezcladas con la satisfacción de que Franco siga en el Valle de los Caídos y loas al exministro franquista José Utrera Molina.
Como modelo de financiación tienen el Club de Amigos del DiarioYa. Buscan el apoyo del «socio benefactor» y, con este fin, no dudan en publicitar la campaña en redes sociales etiquetando a partidos ultraderechistas como Falange Española y España2000.
«Levantar con los cuernos la losa» de Franco
Un programa alemán celebrando la invasión de Polonia para ensalzar la figura de Adolf Hitler y la memoria de la Alemania nazi. Una imagen difícil que ocurra. Situaciones análogas sitúan a Intereconomía TV en territorio resbaladizo.
En otro nivel a las anteriores teles, radios y periódicos franquistas, ejerce una crítica habitual a la ley de Memoria Histórica y es capaz de emitir una serie especial «con motivo del 80 aniversario del Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936». Y hacerlo junto a la Fundación Nacional Francisco Franco.
Al hilo de la petición en el Congreso de sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos, la emisora Radio Intereconomía ha legado otro momento cumbre. Una «monumental bronca», como la definieron, entre el presentador del espacio, el periodista y declarado «falangista» Eduardo García Serrano, y el poeta Aarón García Peña.
Uno de los hitos televisados lo dejó el actual portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, cuando soltó en una tertulia el célebre «algunos se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarle». Ocurrió en 13TV, cadena de la que es accionista mayoritaria la Conferencia Episcopal. Las víctimas del franquismo denunciaron al político popular, que nunca pidió perdón por su reiterado mensaje.
Siguiendo con el Grupo Intereconomía, presidido por el periodista y exdiputado del PP Julio Ariza, el área de negocio abarca una presencia diversificada en las ondas, en internet y en publicaciones como La Gaceta. Un periódico que recurrió a un artículo de 1983 para vincular el independentismo catalán con el régimen nazi. Hitler y Mussolini acabaron aliándose con Franco por sus dudas sobre la «fidelidad catalana», decían en el reportaje.
El conservador Libertad Digital es otro de los que tiene una marcada línea editorial contra la «infame» ley de Memoria Histórica, que tacha de ejercicio de «sectarismo guerracivilista».
«Hoy parece que nadie es fascista»
«Sí, hay periódicos y webs fascistas», resume el catedrático de Estructura de la Información de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, Ramón Reig. «Hoy parece que nadie es fascista», explica, y muchos de estos medios sobreviven bajo el disfraz de los «populismos» que señalan por igual «a la extrema derecha y a la izquierda de inspiración marxista».
A unos cientos de metros de la escuela de Periodismo, otra escena subraya la teoría. «Aquí parece que lo único que hay al fondo a la derecha es el baño», postula una mujer como metáfora política del país. Su interlocutor asiente y arrastra un vermú. Da un sorbo. Atisban el ramalazo contemporáneo del fascismo desde tribunas generacionales distintas y un mismo diagnóstico. «Muchos no salen de la cueva, pero ahí están, cada vez más».
Son esas cabeceras en las que se escribe con la tinta del nacionalismo y la ultraderecha, venden una versión dulcificada del franquismo y televisan el auge de la xenofobia y la mundialización del odio. Ejercen la comunicación desde el extremo. Agazapados en una teórica pluralidad mediática para informar ‘cara al sol’.