EUROPA PRESS. – El grupo yihadista Estado Islámico en África Central (ISCA) ha reclamado la autoría del ataque ejecutado el domingo contra la localidad de Otomabert, situada en el este de República Democrática del Congo (RDC), que se saldó con más de 20 muertos.
ISCA ha indicado a través de un comunicado publicado en sus canales de propaganda que «soldados del califato atacaron a infieles» en la localidad y ha recalcado que el ataque se saldó con la muerte de 20 «cristianos».
El coordinador de la sociedad civil de Walese Vokutu, Dieudonné Malangayi, ha elevado a 27 el número de muertos en el ataque contra Otomabert, en la provincia de Ituri, tras el hallazgo de más cadáveres en la zona, según ha informado la emisora congoleña Radio Okapi.
El ataque fue achacado en un primer momento a la milicia Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que juró lealtad a Estado Islámico y que opera desde hace varios años bajo la bandera de ISCA, especialmente en las provincias de Ituri y Kivu Norte.
Las ADF sufrieron una escisión en 2019 después de que Musa Baluku –sancionado por Naciones Unidas y Estados Unidos– jurara lealtad al grupo yihadista tras suceder en el cargo a Jamil Mukulu, detenido en 2015 en Tanzania.
Las ADF, un grupo ugandés creado en la década de los noventa especialmente activo en el este de RDC y acusado de la matanza de cientos de civiles en esta zona del país, podría estar intentando volver a operar en Uganda, de donde se retiró en 2003 tras una serie de operaciones militares que mermaron drásticamente su capacidad para llevar ataques en el país.
